La justicia rusa declaró hoy culpables de vandalismo motivado por odio religioso a las tres integrantes de la banda punk feminista Pussy Riot, por protestar contra el Kremlin en una iglesia, y las condenó a dos años de prisión.
Los defensores del grupo dicen que el caso pone en duda la tolerancia a la disidencia del presidente Vladimir Putin.
Los fiscales buscaban que las mujeres sean encarceladas durante tres años por la protesta realizada en febrero en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, pero la jueza no brindó inmediatamente la sentencia mientras leía el largo veredicto.
Las tres jóvenes, esposadas, permanecieron en silencio en una zona vidriada de la corte y por momentos se reían y sonreían unas a otras mientras la jueza, Marina Syrova, leía el veredicto.
Nadezhda Tolokonnikova, de 22 años, Maria Alyokhina (24) y Yekaterina Samutsevich (30), subieron el 21 de febrero al altar de la iglesia y cantaron una «plegaria punk» en la que pedían a la virgen María que ayude a Rusia a deshacerse de Putin.
