[Opinión] Felipe Morris: ¿Llegó la recesión a EE.UU.?
[Opinión] Felipe Morris: ¿Llegó la recesión a EE.UU.?

La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de EE.UU. (BEA) confirmó un segundo descenso trimestral consecutivo del PBI, lo que algunos economistas consideran evidencia de que una recesión está en curso. Sin embargo, oficialmente solo existe esta cuando la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) lo indica. El problema es que normalmente la anuncia meses después de que esta empieza o incluso cuando ya terminó, lo que a muchos les sirve de poco. La NBER no se basa exclusivamente en el PBI, sino en una mezcla de variables que confirmen un deterioro generalizado de la actividad económica, incluido el mercado de trabajo y el gasto real en consumo, por lo que demoran en fijar una fecha de inicio.

Este anuncio muchas veces resulta siendo una especie de post mortem que pierde relevancia para decisiones de inversión. Por ello, no sorprende la gran discusión que se ha desatado en dicho país entre economistas, que opinan en un sentido u otro. El Gobierno niega que la economía se encuentra en un escenario de recesión, pero rara vez los gobiernos las anuncian para no afectar las expectativas. El FMI acaba de reducir sus proyecciones de crecimiento de la economía estadounidense, pero sin prever una recesión, aunque cautelosamente mencionó que “un pequeño shock” la podría desencadenar. Es muy probable que la economía de EE.UU. vuelva a mostrar un descenso en el tercer trimestre. De ser el caso, sería más difícil no reconocer que ya está en recesión.

LA BEA informó que los dos trimestres de caída se deben a disminuciones en la inversión privada, a problemas en la cadena de suministros, al aumento en las tasas de interés, a menor actividad en el sector inmobiliario, y a menor gasto en los distintos estamentos del Estado. Las exportaciones y el gasto del consumidor continuaron creciendo, evitando una mayor caída y el empleo siguió creciendo, aunque a menor ritmo. Esta discusión recién ha empezado, y en las próximas semanas tendremos mayor claridad al respecto. Es evidente que la economía americana se está desacelerando y el debate ya no se centrará en si está o no en recesión, sino en su intensidad y duración.

Es una discusión relevante ya que es cierto el dicho de que “cuando EE.UU. estornuda, el mundo se resfría”, más aún nuestra región. En nuestro caso, es segundo socio comercial y primer comprador de productos con valor agregado, los que generan más empleo. Por otro lado, se pronostica que Europa también está camino a una recesión, y hay serias dudas sobre la capacidad de China de actuar como la locomotora de la economía mundial. ¿Podrá el gobierno navegar nuestra frágil barca por estos mares tormentosos con estos tripulantes tan inexpertos?