[Opinión] Juan José García: Contacto con la realidad.
[Opinión] Juan José García: Contacto con la realidad.

Sobre la base de una reciente encuesta que Bloomberg hizo a cuarenta y dos economistas, hay 100% de probabilidades de que Estados Unidos entre en recesión en 2023, lo que inevitablemente se trasmitirá al resto del mundo. El gran problema es que la contracción vendrá acompañada de una fuerte inflación, que –a pesar de los esfuerzos de la FED– será muy difícil de controlar por dos razones.

En primer lugar, la AIE advirtió recientemente una contracción importante en la oferta internacional de petróleo, a raíz de la decisión de los países de la OPEP de recortar su producción en un millón de barriles diarios y de la entrada en pleno efecto del embargo sobre Rusia. Cuando esto ocurra, la cotización del crudo debería subir, lo que eventualmente se transmitiría al resto de precios en la economía.

A pesar de que EE.UU sea uno de los principales productores de crudo, sus exportaciones netas representan apenas el 0.7% del total (AIE). Además, es un consumidor deficitario de petróleo y ha depredado sus reservas de emergencia en un nivel no visto desde 1984 (USDOE). Tarde o temprano se abastecerá a un precio caro de mercado.

Por otro lado, el aumento sostenido de la tensión entre los países occidentales y algunos orientales puede terminar restringiendo el acceso a algunas rutas comerciales, lo que puede acentuar el proceso de desglobalización. Esto puede añadir una carga adicional a toda la cadena logística, lo que generaría más presiones inflacionarias.

Ante esto, lo único que puede hacer la Reserva Federal es apostar por un fuerte endurecimiento monetario para golpear su demanda con severidad, hasta que remita la inflación. El peor escenario para los estadounidenses –y el resto del mundo– es que la FED convierta esa recesión en una depresión, sin llegar a controlar la inflación.