Sepa cómo elegir los polvos

Lo primero que debe saber es que hay varios tipos. Los polvos sueltos, para empezar, sirven para conseguir un estilo natural, hacer que la base dure más tiempo y eliminar el exceso de brillo. Son ideales para las mujeres que prefieren un estilo sobrio y sutil. Los polvos compactos, por su parte, son perfectos para el retoque, y resultan muy buenos si se usan como base pues cubren mejor las zonas claves del rostro. Los polvos bronceadores, finalmente, se encargan de oscurecer el tono de la piel, perfilar el rostro y darle un tono atractivo. Los especialistas sugieren tener mucho cuidado con su aplicación pues se corre el riesgo de sobrepasarse y lograr un efecto recargado que no se ve nada bien. Un consejo final: antes de comprar el producto, pruébelo aplicando un poco sobre la piel.