Una reforma postergada

Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Ello se debe en parte a que fueron marginados de los aumentos salariales que dio Toledo posiblemente como consecuencia del apoyo que la cúpula militar le dio antes a Fujimori por lo cual habrían sido castigados.

Sin embargo, ocurrió lo contrario con profesores y magistrados a quienes se les duplicó el salario con lo que se abrió una brecha con los sueldos de los institutos armados. Aunque a los primeros se les aumentó sin exigirles nada a cambio, ni siquiera se les pidió resultados. En la práctica fueron incrementos muy costosos y pudo ser la oportunidad para reformar dos de los sectores más ineficientes del estado, sin embargo, fue desperdiciada.

Ahora los militares están presionando para mejorar sus salarios lo cual es perfectamente válido. Pero parece que el gobierno está camino a repetir el error cometido por Toledo y está dispuesto a doblarles el sueldo a lo largo de cinco años sin condicionarlo a la implementación de una reforma profunda a cambio.

En realidad los ejércitos modernos requieren de personal muy capacitado y de un armamento sofisticado; ya no hay lugar para decenas de miles de reclutas poco equipados. El redimensionamiento de los institutos armados, tanto a nivel de oficiales como de personal subalterno, hace tiempo que debió ser iniciado.

Por otro lado las fuerzas policiales requieren no solo aumentar el número de efectivos sino que sus cuadros también requieren ser mejorados. Por ello se debería facilitar el pase de licenciados y oficiales militares a integrar el cuerpo policial para renovarlo.

En todo caso, de un esfuerzo fiscal de la magnitud del que se está planteando para mejorarles los salarios a los militares, debería de salir una solución de largo plazo tanto para la defensa nacional como para la seguridad del ciudadano.