Una mujer mató a su conviviente de una cuchillada en el corazón en medio de una pelea. Minutos antes del asesinato, el hombre había empujado a la madre de su pareja.
El hecho se produjo a las 5 de la mañana de ayer en un departamento de un condominio ubicado en la avenida Colonial 4977, en el Callao.
A esa hora, María Stephany Alva Retamozo (23) retornó a su vivienda luego de que asistiera a una reunión social organizada en el Centro Comercial Las Malvinas, donde la pareja tenía un puesto de venta de celulares.
En la casa, Alva Retamozo encontró a su madre, María Guadalupe Retamozo Reynoso (58), quien le contó que había sido agredida por Juan Alberto Moore Gonzales (40).
Esto desencadenó la ira de la muchacha, quien despertó a su conviviente e inició una fuerte discusión con él.
La mujer corrió a la cocina, en donde cogió tres cuchillos: uno lo tomó con la mano derecha y dos con la izquierda. Con estos objetos amenazó de muerte a Moore Gonzales, quien la desafió. A los pocos segundos de esto se produjo el fatal desenlace.
Al lugar llegaron serenos de Bellavista y policías que habían sido alertados por María Guadalupe. Madre e hija fueron llevadas a la Divincri de Bellavista. La primera de ellas fue liberada.
Trascendió que, en el momento del crimen, ambos convivientes estaban ebrios. También se supo que Alva y Moore fueron a la misma fiesta por separado pues habían discutido antes de salir de casa (la noche del lunes). Además, la mujer señaló que era constantemente golpeada por su pareja debido a celos.
Según los agentes a cargo de la investigación, el hombre llegó a su vivienda a las 3 de la mañana. Y todo indica que habría entrado en cólera al no encontrar a su conviviente.
SABÍA QUE
- María Retamozo, madre de la asesina, contó que Alberto Moore la empujó luego de ver que su pareja, María Alva, no se encontraba en el departamento.
- Retamozo estaba cuidando al hijo de la pareja, un pequeño de cuatro años.
- Según la Policía, ninguno de los implicados tiene antecedentes policiales. Al cierre de esta edición, María Alva permanecía en la Divincri de Bellavista.