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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Por ello, llama la atención la manera cómo el canciller –prácticamente con megáfono y a través de la televisión– desembarca de La Haya a un grupo de parlamentarios. Al margen del hecho de que sea correcta la posición, ya que los congresistas no tenían nada que aportar y con ellos siempre existe el riesgo de que digan o hagan algo inadecuado, no ha sido correcta la forma como se ha planteado.

Más aun, uno hubiera esperado del encargado de Relaciones Exteriores un poco más de tacto. Una conversación privada con el presidente del Congreso y con el líder del grupo que iba a viajar, sin duda, hubiera bastado, especialmente considerando que estamos a pocos días de que Perú y Chile inicien en la Corte Internacional la fase de alegatos. Lo último que se requiere en estos momentos es la distracción de que el canciller caiga en dimes y diretes con parlamentarios.

En realidad, no es la primera ocasión en la que el canciller da señales de que no está cortado para el cargo. Se han tenido lamentables incidentes con los gobiernos paraguayo y británico, además del malestar sobre su manejo del servicio diplomático.

Por otro lado, terminadas en un par de semanas las presentaciones se entra a un compás de espera que debe durar unos 5 o 6 meses antes de que la corte resuelva. Es en ese momento, como lo demuestra la preocupante actitud que ha tomado el gobierno colombiano, que tenemos que estar muy bien preparados para asegurar que podemos responder de un modo adecuado en el terreno diplomático a cualquier reacción que tenga el gobierno chileno luego del fallo.

Por ello, creemos que el mandatario haría bien en evaluar si en esa última etapa no sería conveniente fortalecer al equipo peruano con un cambio.