Cada 29 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Corazón. (Foto: iStock)
Cada 29 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Corazón. (Foto: iStock)

Las se han duplicado en el mundo en los últimos 30 años, mientras que el número de muertes por esta causa creció un 50%, al pasar de 12 millones a 18 millones en el mismo periodo. En tanto, expertos indican que en estos males también representan un alto riesgo para la salud, ya que son la principal causa de fallecimientos y discapacidad. Cada año, 2 millones de personas pierden la vida a razón de estas patologías en la región.

En el caso de Perú, las enfermedades cardíacas son la segunda causa de muerte. Además, se estima que más del 40% de las personas mayores de 15 años tiene un alto riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, el cual se acentúa en mujeres mayores de 60 años.

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Esta situación se dio a conocer durante el encuentro “La radiografía de las enfermedades cardíacas en América Latina”. La actividad fue organizada por Medtronic, líder en tecnología e innovación para la salud, junto a especialistas de sociedades científicas de Argentina, Chile, Colombia, México y Perú, con el objetivo de visibilizar los desafíos que existen en torno a la atención de estas patologías en dichos países, donde se reportan cifras preocupantes que demuestran un posible aumento de casos en los próximos años.

De acuerdo con el Dr. Luis Sepúlveda, presidente de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (SOCHICAR), a estas preocupantes cifras se suma la prevalencia de otras patologías. “En América Latina, un gran porcentaje de la población presenta problemas de hipertensión arterial, uno de los principales causantes de las enfermedades cardíacas. Solo a escala regional, el 43% de hombres y el 28% de mujeres no sabe que padece esta condición”, señaló.

El especialista indicó también que las enfermedades cardíacas más frecuentes y con alto riesgo de mortalidad en la región son estenosis aórtica, insuficiencia cardíaca, infarto agudo de miocardio, fibrilación auricular, entre otros. Sin embargo, la buena noticia es que estas patologías pueden ser controladas con un diagnóstico y tratamiento oportuno.

“Si bien las enfermedades cardiovasculares pueden ser atendidas con medicación, hay casos en los que es necesario aplicar tecnología innovadora, la cual ofrece soluciones rápidas y seguras con procedimientos menos invasivos que reducen las probabilidades de complicaciones y el tiempo de recuperación luego de las intervenciones quirúrgicas. Estos dispositivos médicos innovadores como los marcapasos, los stents, los implantes valvulares, entre otros, permiten restablecer la calidad de vida de los pacientes, quienes antes estaban condenados a fallecer rápidamente”, agregó el galeno.


Desafíos de las enfermedades cardíacas

El encuentro también contó con la participación del Dr. José Ercilla, vicepresidente de la Sociedad Peruana de Cardiología (SOPECARD), quien enfatizó que uno de los principales desafíos para el abordaje de las enfermedades cardíacas es el control de los factores que incrementan el riesgo de muertes prematuras. “La presión arterial alta, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad y el sobrepeso, así como la alimentación poco saludable, el sedentarismo y el tabaquismo, son algunos de los indicadores modificables a los que se debe prestar atención. Es prioritario que la población no solo los identifique, sino que también observe estas condiciones y adopte hábitos saludables”, agregó.

De la misma forma, el médico peruano indicó que el envejecimiento de la población también incrementa el riesgo de desarrollar estas enfermedades debido a los cambios en el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos, lo que provoca insuficiencia cardíaca, ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares (ACV). “Estas patologías se presentan con más frecuencia a partir de los 40 años en adelante, lo cual supone un reto a futuro en la región donde se estima que al 2050 habrá el doble de población mayor de 50 años, y con ello, una carga más alta de estas enfermedades para los sistemas de salud”, enfatizó el especialista.

Por otro lado, el Dr. Ercilla manifestó que otro de los desafíos de las enfermedades cardíacas es el reconocimiento de las señales de alerta. “En el caso del infarto agudo de miocardio o ataque al corazón, muchos de los pacientes que presentan este mal pueden fallecer en sus hogares o en camino a una emergencia para atenderse porque no reconocen a tiempo síntomas como el dolor u opresión en el pecho, falta de aire, molestias en el hombro, brazo, cuello o mandíbula. Lo recomendable es que el paciente llegue al centro de atención lo más pronto posible. Una vez que el personal médico diagnostique el infarto, deben decidir el tratamiento protocolizado para disminuir la mortalidad y el riesgo de complicaciones que se presentan. Por esta razón, es mandatorio tener una política clara y efectiva para el tratamiento del infarto en todo el país”, indicó el cardiólogo.

Para finalizar, los expertos en cardiología reforzaron la necesidad de reducir la discapacidad y la muerte prematura que provoca no tratar a tiempo estas enfermedades. Para ello, destacaron algunas acciones de gran impacto, como la necesidad de que las autoridades prioricen políticas y programas integrales para expandir el acceso a la atención de estos pacientes, se reduzcan las listas de espera en el abordaje de estas condiciones, se fortalezca la red de referidos a especialistas indicados, y se brinde un enfoque en la educación a los médicos para actualizar y adoptar procedimientos menos invasivos que aporten a una recuperación más rápida.

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