, leyenda de Apple y de la innovación para muchos, consideraba que los aparatos tecnológicos debían ser una extensión de nosotros y buscaba siempre que sus productos sean simples e intuitivos. Este espíritu innovador parece haber poseído al matrimonio conformado por Imran Chaudhri y Bethany Bongiorno, quienes tras irse de la compañía de la manzana, fundaron Humane, la startup creadora del , un dispositivo que promete desterrar las típicas pantallas táctiles de los smartphones que ya se han vuelto tradicionales.

Tras cinco años de desarrollo, un presupuesto de 240 millones de dólares y 25 patentes, Humane reveló al mundo su Ai Pin, un dispositivo que se coloca como un broche y que convive con su usuario, a quien ayuda en diferentes tareas usando la tecnología del año: La inteligencia artificial (IA).

A ritmo constante de publicidad y asociaciones con una lista de las principales empresas tecnológicas, incluidas OpenAI, Microsoft y Salesforce, la misión de Humane es nada menos que liberar al mundo de su adicción a los teléfonos inteligentes, pues la pareja imagina un mundo con menos dependencia de las pantallas que su antiguo empleador, Apple, hizo omnipresentes.

Ai Pin: Imran Chaudhri y Bethany Bongiorno. (Youtube/Humane)
Ai Pin: Imran Chaudhri y Bethany Bongiorno. (Youtube/Humane)


UN MUNDO SIN PANTALLAS


¿Y cómo funciona Ai Pin sin una pantalla? Eliminar la pantalla de un dispositivo es una jugada bastante arriesgada para cualquier innovador de la tecnología, teniendo en cuenta que toda nuestra vida resumida en las redes sociales la vemos y controlamos a través de estas. Sin embargo, Chaudhri y Bongiorno creen que este futuro es posible

El Ai Pin se puede controlar hablando en voz alta, como si lo hiciéramos con Alexa o Siri. Una característica que se entiende gracias a la implementación de la IA. También se puede tocar un panel táctil a fin de activar ciertas opciones y así mantener siempre el control del dispositivo.

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención es que este dispositivo también proyecta una pantalla láser en la palma de la mano, en la que controlamos opciones con el movimiento de los dedos. Una tecnología que, aunque ya existía, nunca había sido tan bien aprovechada.

En un instante, el asistente virtual del dispositivo puede enviar un mensaje de texto, reproducir una canción, tomar una foto, realizar una llamada o traducir una conversación en tiempo real a otro idioma. Con un sistema basado en IA para ayudar a responder preguntas, desde las más cotidianas hasta las que requieren de búsquedas más exhaustivas.

Pero incluso después de meses de usar sus Ai Pins todo el día, los fundadores de Humane no pueden desconectarse por completo de sus pantallas. “¿Estamos usando menos nuestros teléfonos inteligentes? Los estamos usando de manera diferente”.


EL MOMENTO DE LA IA


El dispositivo llega en un momento en el que el entusiasmo y el escepticismo por la IA alcanzan nuevos máximos. Los investigadores de la industria advierten sobre el riesgo existencial de la tecnología y los reguladores están ansiosos por tomar medidas enérgicas contra ella.

Sin embargo, los inversores están metiendo su dinero con entusiasmo en empresas emergentes de IA. Antes de que Humane lanzara su producto, sus patrocinadores lo habían valorado en 850 millones de dólares.

La empresa ha tratado de promover un mensaje de confianza y transparencia, a pesar de pasar la mayor parte de su existencia trabajando en secreto. Los Ai Pins de Humane tienen lo que la compañía llama una “luz de confianza” pues afirman que no vendieron datos de usuarios a terceros ni los utilizó para entrenar sus modelos de IA.

En abril, Chaudhri mostró el proyector láser del pin durante una charla TED, que en un principio generó dudas entre los asistentes, que pensaron que se trataba de una demostración falsa. En septiembre, durante el Paris Fashion Week, la modelo Naomi Campbell usó el pin de Humane, apenas perceptible. El futuro se ve prometedor.


VIDEO RECOMENDADO

Pelotazo21: Edison Pérez: Memoria viva del arbitraje peruano