Foto: Keith Olemar Oliva (@skeithboard)
Foto: Keith Olemar Oliva (@skeithboard)

Redacción PERÚ21

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, en el que estuvieron involucrados supuestos funcionarios de la Oficina Departamental de Control de la Magistratura (Odecma), podría tener mayores consecuencias.

Y es que uno de los implicados en este penoso incidente tenía puesto un chaleco de la Odecma y en el libro de reclamaciones del negocio firmó una queja y estampó un sello que decía .

Precisamente hoy, esta persona, identificada como Óscar Quezada Merodio, envió una carta a la redacción de Perú21 en Piura, en la que da su versión de los hechos y asegura que no es funcionario del Poder Judicial y que solo integra la Mesa del Umbral Anticorrupción de la Corte Superior, instancia compuesta por miembros de la sociedad civil.

¿Por qué, entonces, usaba estos distintivos judiciales? ¿Con qué autorización? Son preguntas que su misiva no aclara. Por ello, se comunicó directamente con el jefe de la Odecma de Piura, Jorge Ruiz Arias, quien indicó que este hecho es, por lo menos, irregular.

"Es una persona que está haciendo un mal uso de un noble propósito", dijo, al referirse al objetivo fiscalizador de la Mesa del Umbral Anticorrupción, tras precisar que el chaleco solo se puede utilizar en actos oficiales.

Pero lo más grave es el uso del sello que dice 'Corte Superior de Justicia de Piura'. El titular de la Odecma de esta región dijo que los miembros de la Mesa del Umbral Anticorrupción no usan este tipo de grabados. "Eso (el sello) seguramente lo ha hecho él", anotó.

Consultado sobre si el implicado continuará integrando dicha instancia de la sociedad civil, el magistrado dijo que será la mesa la que tomará la decisión este jueves, aunque para él, este hecho lo descalifica.

NIEGA HABER ESTADO EBRIOAdemás, en la carta remitida a Perú21, Óscar Quesada aseguró que no estaba ebrio cuando llegó al chifa junto a sus hermanos Mercedes y Rolando Quesada, pese a que las imágenes y el video que publicamos sugieren lo contrario.

Alegó que quienes estaban en "estado inapropiado" eran sus familiares, con quienes se encontró, según dijo, de manera fortuita y decidió acompañarlos al referido chifa "para comprar dos menús familiares para llevar a su casa".

En el documento, Quesada Merodio asegura que fue la mala atención de las meseras, a quienes se les pagó por adelantado, lo que motivó la reacción de uno de sus familiares.

Según , cliente del chifa que registró con su celular el comportamiento de estas personas, uno de ellos profirió insultos racistas y amenazó con usar sus influencias para cerrar el local.