La recopilación de datos e información verificable es uno de los principales recursos del periodismo. Sin embargo, para el Poder Judicial, esta tarea representaría, más bien, un delito. En lo que marca un terrible precedente sobre los límites de la libertad de expresión y de prensa en el país, el periodista Christopher Acosta, autor del libro Plata como cancha, y Jerónimo Pimentel, director de la editorial Penguim Random House, fueron condenados a dos años de prisión suspendida tras una querella por difamación agravada del líder de APP, César Acuña.
La decisión fue tomada la mañana de ayer por el juez a cargo del 30 Juzgado Penal Liquidador de la Corte Superior de Lima, Raúl Jesús Vega, quien, según información proporcionada por la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA), tiene cuatro quejas en trámite ante la Oficina Desconcentrada de Control de la Magistratura Lima (Odecma).
Un día antes de la lectura del fallo, expertos y organismos advirtieron que una sanción contra Acosta vulneraría derechos fundamentales. Ello no fue tomado en cuenta por Jesús, quien consideró que en su libro, “se ha traspasado los límites de la libertad de expresión”, agravando a Acuña con 35 de 55 frases “que se consideran difamatorias”.
En la sentencia indicó que los derechos de honor y de libertad de expresión “tienen el mismo peso, ninguno tiene más preponderancia que el otro”, y que la “dignidad de la persona es el pilar básico”.
MIRA: Avelino Guillén sobre caso Christopher Acosta: “Es una noticia preocupante, se tiene que respetar la labor del periodismo”
Acosta y Pimentel deberán pagar una reparación civil de S/400 mil (Acuña había pedido S/100 millones). Ambos anunciaron que apelarán.
Rechazo masivo al fallo
Tras la lectura de sentencia, Acosta brindó una conferencia de prensa, acompañado de su abogado Roberto Pereira, en Miraflores. Ahí aseguró que, en segunda instancia, rebatirían los argumentos de la defensa del excandidato presidencial.
“Algo tan simple que hacemos los periodistas, como citar, ponerle nombre y apellido a frases, no puede ser considerado un delito (…). No se puede dañar la honra de una persona si estás citando información que es verificable”, dijo Acosta. En tanto, Pereira aseveró que “la sentencia le ha dado una estocada de muerte al periodismo de investigación”.
Rodrigo Salazar, director ejecutivo del Consejo de la Prensa Peruana (CPP), condenó lo sucedido. “Una tremenda preocupación y un rechazo absoluto a una sentencia que trata de dar lecciones sobre cómo encontrar fuentes fidedignas, esa no es tarea de un juez. En otros países, por casos similares, la jurisprudencia internacional ha fallado a favor de la prensa”, refirió a Perú21.
El periodista Luis Jochamowitz denunció abusos por parte de Acuña. “Increíble que pidiera S/100 millones, ¿para qué? Ha sido una decisión grotesca la del juez, ofende al periodismo en su ejercicio. No tiene ningún sentido práctico, ¿el Poder Judicial desde cuándo señala qué se puede citar y qué no? ¿Creen que así van a evitar que se escriban libros?”, manifestó a este medio. También expresaron su rechazo el Consejo de la Prensa Peruana, la ANP, la Defensoría del Pueblo, la Apep y el IPYS.
“Está mal castigar al mensajero”
Análisis por Andrés calderón// Abogado
Me preocupa que se intente silenciar a los medios de comunicación, y a los periodistas, mal utilizando el aparato judicial para tratar de callar la investigación o voces críticas contra quienes detentan el poder en algún momento. Más allá de los nombres, este criterio que se ha dictado hoy (ayer) sería un pésimo precedente para cualquiera que quiera ejercer el periodismo independiente en el Perú.
Lo escrito por Christopher Acosta tiene que ver con lo que dice un personaje público que aspira a la presidencia de la República; por lo tanto, es de relevancia pública que los ciudadanos nos informemos sobre alguien que tiene las pretensiones de gobernar los destinos del país. Se trata de personas que señalan información con nombre y apellido, y está terriblemente mal que castiguen al mensajero, porque el autor del mensaje no es el periodista; él solo está trasladando el mensaje de terceros.
Tenga en cuenta
- El abogado de Acuña intentó que la lectura de sentencia no se transmita por TV.
- “El libro acusa a Acuña de violación, eso es lo más grave. El autor no utilizó un mecanismo de corroboración de versiones que recogió en Internet”, dijo Enrique Ghersi, abogado de Acuña.
- “Los jueces no pueden ejercer el rol de editores periodísticos”, expresó Acosta.