Albina Ruiz Ríos, ministra del Ambiente.
Albina Ruiz Ríos, ministra del Ambiente.

La actual ministra del Ambiente, Albina Ruiz, tenía 16 años cuando vio una ruma de basura por primera vez en su vida. En realidad era un cerro y, al lado, otro lleno de moscas y perros comiendo de allí. Acababa de llegar a la capital con la ilusión de quien imagina Lima como la mejor de las ciudades y no paraba de preguntar con desesperación a su hermano: “¿Qué es esto? ¿Por qué está aquí? ¿Quién lo ha traído?”. Camina nomás, le contestaba él, ya acostumbrado a la suciedad de las zonas más pobres, pero ella no salía de su impresión y, de hecho, quedó impactada para siempre. Explica: “Nunca antes vi residuos, porque mi madre nos enseñaba que las cáscaras de plátano y yuca eran para los caballos. La comida que sobraba era para los chanchos y los perritos. Nada se botaba. Ella hacía economía circular de toda la vida y hasta las bolsitas las lavaba con cenizas para quitarles la marca y luego las parchaba, unas con otras, para hacer los manteles de mesa. No había residuos para nosotros”.


DE SAN MARTÍN A LIMA


Para ninguno de los seis hermanos fue fácil comenzar de cero en la capital. Tal vez, por su enorme sonrisa y actitud positiva, pareciera que para Albina, quien ha sido premiada por las organizaciones más reconocidas del planeta y ahora es ministra, las cosas son más sencillas, pero no. Fue madre muy joven, con todo lo que eso implica, y ha tenido que afrontar grandes dificultades como un cáncer que logró superar recientemente. Lo cierto es que ella dice riendo que es loca, que cuando sueña se atreve, y así ha logrado cosas impensadas. Ingresó a la UNI a estudiar Ingeniería Industrial y en noveno ciclo le tocó hacer un curso para medir la productividad de las empresas. Recuerda que sus compañeros eligieron hacer trabajos sobre supermercados o bancos, pero ella, que ya había preguntado en el municipio de El Agustino por qué no pasaban por su calle a recoger residuos, convenció a cuatro amigos para subir a un camión de basura y entender cómo funcionaba el sistema, o más bien por qué no funcionaba. Vieron todos los problemas de cerca. Desde que sacaban con una manguera la gasolina para venderla, hasta que la ruta elegida por los operadores dependía de qué les regalaban en una panadería o en una fábrica. Testearon en campo, hicieron pasos incluso para vehículos recolectores más pequeños y no solo sacaron 20, sino que Albina fue contratada por la municipalidad. “Siempre digo que yo me subí a un camión de basura y nunca más me bajé”, dice satisfecha.


APLAUDIDA EN EL MUNDO


Los esfuerzos por recolectar residuos desde su organización Ciudad Saludable, y siguiendo lo que naturalmente aprendió en su natal Ríobamba, han dado frutos sobre todo a nivel mundial. Han sido decenas de reconocimientos en todo el planeta. Un hito en estas premiaciones se dio en el año 2011. Albina Ruiz fue reconocida con la Albert Medal, una medalla que hasta entonces la Royal Society of Arts solo había entregado a premios Nobel, como Marie Curie.


CON DINA SÍ


No es primera vez que le proponen ser ministra del Ambiente, sin embargo, esta vez aceptó por dos razones. La primera, porque la presidenta Dina Boluarte, contestó, como nadie antes, las tres preguntas que ella hizo: Uno, que sí estaba buscando a alguien proba y con capacidad técnica —lo mismo que con el resto del gabinete—. Dos, que sí tendría la posibilidad de armar libremente su equipo. Y tres, que le darían importancia al tema ambiental en su gestión. Lo cuenta así: “La presidenta tuvo una respuesta muy linda sobre ese asunto. Me dijo que no sabía mucho del tema, pero que quería aprender y que por eso me estaba llamando”. Por otra parte, dice Ruiz: “Me animó que sea la primera presidenta mujer. A mí me ha tocado liderar con ese tema desde muy joven, así que me sentí identificada. La decisión de ser ministra no fue fácil. Y sigue sin ser fácil”, concluye.

LIMA 03 JULIO 2023

ALVINA RUIZ
MINISTRA DEL AMBIENTE

FOTOS: EDUARDO CAVERO
LIMA 03 JULIO 2023 ALVINA RUIZ MINISTRA DEL AMBIENTE FOTOS: EDUARDO CAVERO


Chispazos


¿Qué es lo que más ha costado en la decisión de ser ministra?

Nunca imaginé estar acá con todas juntas. Para mí ha sido muy fuerte el tema del conflicto. Fui una de las primeras en pedirle a la presidenta que salga a pedir perdón, al igual que yo lo hice, aun cuando no hemos sido los que hemos disparado, ni los que hemos ocasionado (la crisis).

Para muchos sus disculpas no han sido contundentes.

No solo ha pedido disculpas, ha pedido perdón. Fue en Palacio, en una conferencia de prensa. Además, yo he sido testigo de excepción de que la presidenta desde el primer día pidió no usar armas letales, que todos tienen derecho a la protesta. Si no la hubiera escuchado, no estaría tan segura de seguir a su lado.

¿Tienen temor a lo que pueda suceder con la llamada tercera ‘toma de Lima’?

Yo en realidad estoy orando todos los días para que no haya más violencia, ¡por favor! Que nos permitan trabajar, que todos los peruanos queremos eso.

¿Se ha podido trabajar durante estos siete meses?

Claro. Se han lanzado campañas como Chuya-Chuya Perú, por la limpieza de ciudades, mares y ríos, además de la Gran Cruzada Verde con la que sembraremos 10 millones de árboles porque la deforestación es enorme. Pero no paramos. A cada región llevamos el ejemplo de lo que más sabemos y sin dudar entramos a rastrillar toneladas de basura, como siempre lo hemos hecho.

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