Christopher Acosta presentará su libro el 28 de julio en la Feria Internacional del Libro.
Christopher Acosta presentará su libro el 28 de julio en la Feria Internacional del Libro.
Christopher Acosta sobre su libro "Presidentes por accidente"

El autor de Presidentes por accidente, , conversó con Perú21 sobre su nuevo libro. En él, revela los detalles más minuciosos del ascenso y caída de y de la corrupción que destiló su alborotado gobierno.

¿Cómo decide escribir este libro?

Cuando yo entrevisté a Castillo, no tenía ni 1% de intención de voto. Encuentro que era un personaje interesante, políticamente hablando; un personaje asustadizo, muy inseguro de lo que podía decir o podía pasar en esa entrevista. Después de esa entrevista me quedó clarísimo que ese señor nunca iba a ser presidente del país, pero en el Perú, aquello que parece improbable, es perfectamente posible.

¿Qué descubre al investigar a Castillo?

Pese a que era una persona que había destacado en 2017 como un líder sindical, Castillo no tenía contacto con Lima, y recurre a su círculo de confianza más cercano que son sus paisanos, que intentan arroparlo y darle seguridad. Se puede comprender que alguien tenga confianza con alguien de su tierra, pero él lo lleva ya a un plano incluso casi como una política administrativa dentro de Palacio de Gobierno.

¿En qué sentido?

El libro da cuenta de la “lista Cho”, que era una lista en Excel que se manda a preparar en Recursos Humanos para informar al presidente cuántas personas de Chota trabajaban en Palacio de Gobierno. Eso ya te habla de que no era solamente un tema de percepción o preferencias personales, casi se convierte en un estilo y en una política administrativa de gobierno dentro de Palacio.

¿Cuál era el trato del entorno palaciego con Castillo?

Las personas que rodeaban a Castillo en Palacio entienden rápidamente que había que complicarle lo menos posible la vida. Empiezan a dirigirse a él con ciertas consideraciones especiales, con informaciones básicas para que puedan ser entendidas. Sabían que el presidente era una persona absolutamente inexperta en asuntos de Estado y que había que facilitarle casi como a un niño las informaciones que él necesitaba para gobernar.

En su libro narra una anécdota de un ministro que se enteró de su destitución por TV…

Esa anécdota me parece probablemente una de las más ilustrativas del desorden del gobierno de Castillo. Ese es Juan Carrasco, que era ministro del Interior. Había cambio de ministros, lo que era usual en el gobierno de Castillo, y él se entera que no era más ministro viendo en vivo la juramentación de su sucesor. Nadie lo llamó siquiera a decir que no era más ministro.

¿Cuándo inicia la corrupción en el gobierno de Castillo?

Era un gobierno que aparentemente desde el inicio fue permeable a la corrupción. Se identifica a este personaje, Salatiel Marrufo, como una puerta trasera por la cual ingresar al Gobierno y conseguir de él resoluciones administrativas, ministeriales e incluso presidenciales en favor de los intereses de Sada Goray.

¿Cuándo se da la primera reunión?

El 23 de agosto de 2021 ocurre el primer encuentro entre Goray, Fernandini, Pilar Tijero y personajes del Gobierno, y empieza una etapa de coordinación para copar el ministerio que era lo que decidía cosas del sector donde se desempeñaba la empresa de Goray.

¿Cómo estaba Fernandini cuando habló con él?

En la entrevista que yo le hago cinco días antes de ser detenido, no encontré una persona reflexiva con la intención de reconocer errores o delitos cometidos, sino una persona muy reactiva, muy proclive a responder con evasivas o con información que era muy fácilmente rebatible por información pública, pero queda claro que él ha sido una pieza importante en esta trama.

¿Y cómo fue su entrevista con Sada Goray ?

Ella no dejaba de hablar de la corrupción en tercera persona. No se asumía como parte de la corrupción y uno como periodista tenía que decirle y hacerle ver que ella era parte de esa corrupción. Pero ella no dejaba de entender al Estado como un escollo que hay que saltar a través de dádivas y de sobornos. Ella incluso en la entrevista, termina aceptando entre líneas que ha corrompido en otros casos, no solamente en este. Que lo que a ella le llama la atención no era que le pidan una coima, sino el monto de la coima. Jamás le habían pedido 4 millones de soles y eso es lo que le asombra. Pero no por eso deja de tener un relato muy interesante, porque no solamente te permite conocer cómo piensa ella, sino probablemente cómo piensa un sector importante del empresariado.

¿Habría más empresarios involucrados?

Si Marrufo hizo esto con MarkaGroup, estoy seguro, y esta es una opinión personal, que es muy probable que lo haya hecho con otros empresarios también, y que haya otros casos de corrupción, quizás menores en magnitud, que también han tenido a Marrufo como un probable articulador de intereses en el Estado.