[OPINIÓN] Edward Málaga. (Foto: Andina).
[OPINIÓN] Edward Málaga. (Foto: Andina).

No existe democracia sin libertad. Esta está dividida en tres cuerpos: las libertades personales, la libertad de empresa y la . El deterioro de la libertad de prensa en el Perú debiera alarmarnos a todos. Perú aparece en el puesto 110 de 180 países en el ranking de libertad de prensa de RSF. Nuestro país se encuentra al nivel de Argelia, Angola, Libia, entre otros. Uno de los motivos por los cuales el Perú se encuentra en ese lamentable puesto es que los periodistas son constantemente objeto de frecuentes agresiones y hostigamientos.

Es muy fácil ver periodistas siendo denunciados por las personas a las que estos investigan. Mediático fue el caso de Cesar Acuña en contra de Christopher Acosta, en el cual, a través de una sentencia cuestionable, se sentenció al periodista (y al editor de Random Penguin House, Jerónimo Pimentel) tras la publicación del libro Plata como cancha. También es famoso el caso de Paola Ugaz y Pedro Salinas, quienes también han padecido procesos judiciales después de hacer público los escándalos de pedofilia del Sodalicio.

Por si fuera poco, la bancada de Perú Libre ha propuesto un proyecto de Ley en el que se pretende aumentar las sanciones por el delito de difamación en redes sociales y medios de comunicación. Buena parte de los congresistas vienen siendo investigados por la prensa por la comisión de diferentes delitos. Lo que pretenden con este proyecto de ley es evitar que estas investigaciones continúen. Se trata, pues, de una ‘ley mordaza’ que ataca uno de los principios básicos de la democracia: la libertad. Naturalmente, los que están a favor, además de Perú Libre, de este nefasto proyecto de ley son los congresistas pertenecientes a la banda criminal ‘los niños’. También está a favor de este proyecto los congresistas de Renovación Popular, el sumidero conservador que hoy tiene el poder de la ciudad de Lima y que no ha dudado de atacar a la comunidad LGTB cuando esta celebra el mes del orgullo.

El problema detrás de todo esto es que, de aprobarse ese proyecto de ley, el lumpen, las organizaciones criminales y, sobre todo, los políticos corruptos se van a haber envalentonados en atacar a quienes los investigan. Se hace esto en un contexto en el cual Perú viene siendo cuestionado a nivel internacional por la violación de derechos humanos, específicamente por el asesinato de 49 personas por parte del gobierno de Dina Boluarte. Se ha puesto sobre el debate público la posibilidad de que el Perú denuncie el tratado de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (tal como lo hizo Venezuela). Esto sería un retroceso en la protección de los derechos fundamentales de todos los peruanos en el ámbito supranacional. Sumemos a esto la elección de Josué Gutiérrez, personaje vinculado a Perú Libre, como defensor del pueblo. Estamos en franco retroceso. El sistema democrático en el Perú sigue en lenta agonía y los políticos corruptos (y sus servidores) lo único que buscan es asegurarse la impunidad.

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