La pandemia del COVID-19 dejó en evidencia las carencias que tenía y tiene actualmente el país; sin embargo, en lugar de tomar conciencia al respecto, se seguirán venciendo los recursos adquiridos y se perderán millones de soles.
Así lo puso en evidencia Cuarto poder. El dominical reveló que el 19 de marzo vencerá un lote de vacunas congeladas en almacén del Callao, adjudicado al Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares).
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La mencionada entidad tiene a su cargo 400 mil unidades –de vacunas llamadas viales de Moderna y Pfizer– que corresponden, aproximadamente, a 2 millones 300 mil dosis de vacunas del tipo bivalente. En septiembre del año pasado, debido a fallas en la cadena de frío, ya se desecharon 34 mil viales, equivalentes a 207 mil dosis de vacunas.
En dicho congelador se encuentran los 88,100 viales del laboratorio Moderna que serán destruidos por superar su periodo de vida útil. El total de dosis a desechar, luego del 20 de marzo, supera las 400 mil inoculaciones.
Esta factura costó US$16′839,900 por la entrega de 160 mil viales, o sea, 800 mil dosis de vacunas, cada una de ellas valorizada en US$21. La pérdida, sin contar los costos de aduanas, es de US$9′251,550; más de S/35 millones.
Adicionalmente, la destrucción de vacunas es un proceso complejo que requiere pagarle a un ente especializado para que, en este caso, entierre los residuos biológicos.
Algo parecido ocurre con las plantas de oxígeno que tanta falta hicieron durante la emergencia sanitaria. La mayoría de ellas se encuentran empolvadas y apagadas en los hospitales. De las 306 plantas que hay en el país, 40 están malogradas.
No es todo. El vacunatario más grande del país, ubicado en Campo de Marte, ha sido desmantelado.
