A octubre de 2020, el Partido Morado contaba con 17,665 afiliados a nivel nacional. Según las nuevas normas, para inscribir una agrupación política se requiere unos 24 mil militantes, además de los comités provinciales. (Foto: GEC)
A octubre de 2020, el Partido Morado contaba con 17,665 afiliados a nivel nacional. Según las nuevas normas, para inscribir una agrupación política se requiere unos 24 mil militantes, además de los comités provinciales. (Foto: GEC)

Tan solo dos años y medio fue lo que duró la inscripción del ante el Registro de Organizaciones Políticas (ROP). Hoy, a más de un mes desde que uno de sus cuadros dejara Palacio de Gobierno, la agrupación se encuentra en su peor momento, inmiscuida en una estrategia legal para poder revertir su cancelación —producida el último martes— en la máxima y última instancia: el pleno del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

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El secretario general del Partido Morado, Rodolfo Pérez, afirmó que la apelación con la que buscarán dar batalla a lo resuelto por el ROP se presentará la próxima semana. También hizo algunas reflexiones sobre los errores cometidos durante la campaña electoral, en la que postuló a la presidencia Julio Guzmán y en donde obtuvieron solo 2.261% de los votos.

Para efectuar la cancelación se consideran los resultados en la elección congresal. Y el Partido Morado llegó a superar, con algunas décimas, el 5% de votos, pero solo ubicó a tres legisladores, todos ellos en la misma circunscripción: Lima. Así, de acuerdo con el criterio aplicado por el ROP, sustentado en la Ley de Organizaciones Políticas, no cumplió con todos los requisitos para poder seguir vigente.

Según explicó Pérez, su estrategia frente al pleno del JNE virará respecto a cuatro ejes. El primero, su interpretación sobre el criterio que se debe seguir para la cancelación (para los morados, al poner representantes en el Congreso ya no correspondería ser retirados). Además, la poca claridad de la norma, la falta de coherencia en el sistema jurídico electoral (con los tres escaños, la ONPE les ha reconocido el derecho al espacio no electoral) y, por último, que por sobre cualquier interpretación debe prevalecer el derecho a la participación política.

“Esa es la posición que tenemos en el partido, más allá de que el partido necesita hacer una autocrítica y necesita reestructurarse. Porque el partido sí, evidentemente llega a la situación donde llegó por errores propios. El partido, por lo que había logrado, sobre todo en la primera bancada, pudo haber superado los cinco congresistas si se hubiesen tomado otras decisiones”, remarcó Pérez a Perú21.

Para el dirigente y excandidato al Congreso, “hubo fallas de estrategia política y fallas de campaña”. “Hubo una tendencia a centralizar las decisiones y concentrarse en Lima Metropolitana (…). No hubo buenos reflejos políticos para defender a los ataques y a los encasillamientos. Al partido se le encasilló como caviar, como tibio, como antifamilia. El partido no supo salir de esos encasillamientos injustos”, refirió.

El nuevo partido

Pero la crisis generada por el revés electoral produjo importantes bajas en la militancia. Los disidentes acusaron a la dirección nacional de “incapacidad” y de una preferencia por las “argollas y la acomodada y falsa lealtad personal” a Julio Guzmán, quien hoy se encuentra alejado del Partido Morado.

Las bajas de militantes son importantes, sobre todo en Lambayeque, Áncash y Loreto, y parcialmente en Arequipa y el Callao.

Es así como un grupo de 200 exmorados fundaron en junio pasado Perú Republicano y –junto a otras cinco organizaciones– ya vienen buscando más afiliados y conformando comités para poder inscribir un nuevo partido bajo el nombre Confluencia Perú.

Uno de sus compromisos establecidos en el acta fundacional de Perú Republicano es que “cada integrante tenga plenos derechos a que su voz sea escuchada”, “sin caudillos, propietarios o supuestos líderes que afirman una posición de privilegio sobre los demás”. Esto en clara referencia al papel que ejercía de Julio Guzmán.

Carlo Magno Salcedo, exsecretario de doctrina del Partido Morado y exasesor de Francisco Sagasti, confirmó la creación de este frente político tras su renuncia. Reconoció que “hay cierta premura en poder inscribir al partido antes de enero”, lo que los habilitaría para poder participar en los comicios regionales y municipales de 2022.

“Pero no es únicamente para eso. La idea es ser un espacio que articule con diversas fuerzas de centro”, dijo Magno Salcedo en breve comunicación con Perú21.

El reloj para los nuevos comicios ya comenzó a correr.

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