César Álvarez se entregó y fue recluido en la carceleta de la Dirincri

El presidente regional de Áncash, César Álvarez, se entregó a la justicia cerca a las 5.30 de la tarde, tal como lo había anunciado, luego de que el Poder Judicial ordenara su captura por estar presuntamente implicado en el asesinato del exconsejero regional Ezequiel Nolasco.

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Álvarez llegó en taxi a la Sala Penal Nacional en medio de fuertes medida de seguridad y volvió a negar que esté detrás de la muerte de Nolasco, uno de sus más férreos opositores. Luego fue detenido y conducido a la sede de la Dirincri, donde permanecerá 15 días, según explicó el fiscal Jorge Chávez Cotrina.

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Horas antes había anunciado que se pondría a derecho, tras victimizarse y declararse un perseguido político. Incluso invoco a Dios y se puso en sus manos. "No me corro, estoy aquí", indicó en Canal N, tras pedir que no se politice la investigación en su contra y que se respete el debido proceso.

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Las agentes de la Policía de Investigación Criminal interrogan a Álvarez en uno de los ambientes del sótano de la Dirincri, en el Centro de Lima.

Al presidente regional se le imputan los delitos de homicidio calificado y asociación ilícita para delinquir, a propósito de las pesquisas por el asesinato de Nolasco.