La noche del jueves 8 de febrero, una celebración se llevó a cabo en La Sucursal de Queirolo, en Pueblo Libre. Apristas, simpatizantes, amigos del partido y de la cumpleañera cerraron el local del pasaje Antonio Polo 886. Hay música en vivo, pisco y comida criolla. La agasajada es Carla García, quien logró convocar a jóvenes y seniors, compañeros y compañeras tanto del ala del ‘jorgismo’ como del ‘mechismo’. El gran ausente fue Mauricio Mulder.

A mitad del festejo, y tras la inevitable jaculatoria alanista, Jorge del Castillo dio un discurso. Tras la fraternal venia a la dueña del santo, la coyuntura se impuso y tuvo que mencionar lo que ya era tendencia en Twitter. En esos instantes, Milagros Leiva comentaba en su programa las declaraciones del exasesor de la suspendida fiscal de la Nación. “Jaimito he hablado con Gustavo (Gorriti) y le he cobrado lo de Alan García. Porque yo a él, a Gustavo, le di toda la información para cercar a García”, declaró a la Fiscalía el exasesor de Patricia Benavides, Jaime Villanueva, de una conversación que habría sostenido con el fiscal Rafael Vela.

Los compañeros coincidieron en su indignación. Pero la función debía continuar. Tras las palabras de Carla García, quien se refirió estratégicamente al futuro del aprismo, continuaron las celebraciones. En pleno año del centenario, había que mantener el equilibrio discursivo entre pasado y futuro. Sobre todo tratándose de un partido históricamente acostumbrado a la necrología política y al martirologio.

Antes de despedirse, Del Castillo llamó a Mulder para coordinar la conferencia de prensa del día siguiente.

El viernes 9 de febrero, cinco apristas se presentaron en los Pasos Perdidos del Congreso. Además de Mulder y del Castillo estuvieron Evelin Orcón, Luis Gonzales Posada y José Luis Delgado. Ellos también han lanzado una convocatoria para un plantón el próximo lunes 12 de febrero al mediodía en el frontis de la JNJ.

Este último preside la Comisión por el Centenario de la Fundación del APRA, que tiene como día central el próximo 7 de mayo.

CENTENARIO CINÉFILO

Los 100 años del APRA incluirán publicaciones, coloquios, exposiciones, la develación de un monumento al expresidente y hasta un viaje a México, cuna de la revolución inspiradora y país donde Haya de la Torre fundó el partido. Paralelamente, se gestan diversos libros sobre la historiografía de la estrella. Un estudio sobre las mujeres del APRA, para reivindicar una agenda feminista distinta a la de la izquierda; un voluminoso compendio de la correspondencia de Haya de la Torre, aún en busca de un editor; y un libro de ucronías sobre el partido de la estrella, todavía en proceso. En el camino quedó una exposición sobre las jornadas del 23 de mayo de 1923 en la Casona de San Marcos, aún sin financiamiento.

Pero el centenario incluirá, sobre todo, películas. Porque, de un tiempo a esta parte, el viejo partido de la estrella parece haber recordado que, en medio de la creciente polarización y el histórico fuego cruzado de los extremos, su narrativa ha salido perdiendo. Y por mucho. El uso de la palabreja de moda no es casual. La ‘narrativa’ aprista implica un relato complejo y difícil de digerir, que va del antiimperialismo más subversivo a la democracia liberal. Una historia que ellos consideran de aprendizaje pero que la izquierda ha deformado en relato de traición, es decir, de derechización. “No hemos sabido contar nuestra versión de la historia”, dice el director Ernesto Carlín. “Nadie protesta por las películas sobre Javier Heraud, Hugo Blanco o La revolución y la tierra”, dice. “¿Por qué nosotros no podemos?”.

Gracias a la charla que dio Agustín Laje en el Congreso, a mediados de 2022, la derecha fujimorista se dio cuenta de la importancia de la batalla cultural que tan ajena les había sido. Para muestra, el caso de Adriana Tudela, de Avanza País, quien quiso lanzar un proyecto de ley sobre el financiamiento del cine peruano y recibió un apanado digital de parte de toda la portátil que vive de los premios del Ministerio de Cultura. El caso del aprismo fue distinto, pues hace algunas décadas tenía figuras fulgurantes como el propio Luis Alberto Sánchez, a quien hoy solo recuerdan en un busto y para joder a ‘Porky’. De aquella memorable aplanadora intelectual de apristas y aprólogos solo quedan pocos como Cecilia Bákula, Hugo Vallenas, Hugo Neira y Germán Peralta.

Lo del fujimorismo fue ignorancia atrevida. Lo del aprismo fue injustificable olvido.

Pensando en ello, Carlín se juntó con el productor Hernán Garrido Lecca. El tándem empezó con un tímido documental llamado Los tesoros de Machu Picchu (2021), cortesía de la productora Inca Huasi Films. Un trabajo que mostró las negociaciones con la Universidad de Yale que posibilitaron la repatriación de las 4,849 piezas arqueológicas que Hiram Bingham se había llevado en 1911.

Posteriormente, en 2021, junto al también cineasta Hernán Hurtado y al camarógrafo venezolano Oliver González, presentaron 1214. No tememos a los cobardes (2021), un documental sobre los 1,214 mártires apristas durante los años de lucha contra el terrorismo. En el afiche aparece María Elías de Huapaya, secretaria general de El Agustino, asesinada a balazos el 10 de octubre de 1989. ¿Por qué el APRA no puede tener su María Elena Moyano?, se pregunta un viejo compañero.

Luego, en abril de 2023, el grupo llevó a los cines Justicia para Alan (2023), documental que recorrió varias regiones del país y que próximamente se convertirá en un libro. En el año de su centenario, los compañeros preparan tres documentales: uno sobre los 10 años del fallo de la Corte de La Haya, un segundo volumen de los mártires apristas en la lucha contra Sendero Luminoso y otro sobre el COVID-19 en el Perú con un working title que adelanta su postura política: “Genocidio en el Perú”. “Hemos entrevistado a doctores, psicólogos, deudos de fallecidos y enfermeras de UCI”, adelanta Carlín. “Incluso una chica que perdió a cuatro familiares en una semana”.

Desde la otra orilla, se les han adelantado. A inicios de esta semana se filtró el teaser de Vivo o muerto: el expediente García (2024). Jungle Pictures ha anunciado esta película con frases como “muy pronto descubrirás el misterio detrás del caso que conmocionó a todo el Perú” y “¿puede alguien desaparecer sin dejar rastro?”. El encargado de la producción de la película es Martín Casapía, cineasta peruano que trabajó en la realización de películas como Maligno (2016), A tu lado (2018), La Foquita: el 10 de la calle (2019), Hipoxemia (2020), entre otras.

La película contará con la participación de destacados actores como Omar García y Hugo Salazar, quienes interpretarán roles clave en la trama. Además, figuras como Stephany Orue, Sergio Galliani, Tatiana Astengo, Katerina D’Onofrio y Luis Ángel Pinasco. El estreno será el 18 de abril. Y, aunque se trata de una ficción en la línea de Caiga quien caiga (2018) y La hora final (2017), la sola insinuación que desliza el título y la línea ideológica de algunos de sus actores anuncia lo que se viene.

Como se ve, la guerra por la memoria política se ha trasladado a las pantallas de cine. Goebbels siempre lo supo.

La batalla cultural —y la batalla a secas— tiene para varias sagas más.