SIN MORAL. Renato Quispe (izq.) y Dino Álvarez (der.) se ensañaron con enfermera, que era la encargada de Centro de Salud de Ayaviri.
SIN MORAL. Renato Quispe (izq.) y Dino Álvarez (der.) se ensañaron con enfermera, que era la encargada de Centro de Salud de Ayaviri.

Una enfermera de 32 años, madre de tres pequeños niños, está, ahora, en coma, en una cama de cuidados intensivos del hospital Edgardo Rebagliati, luchando por su vida. Dos sujetos que trabajaban con ella, en el centro de salud de en Puno, la ultrajaron, el 30 de marzo. Pero, además, le introdujeron un objeto de vidrio en sus partes íntimas, con tal violencia, que le han perforado varios órganos internos –como la vagina y el intestino grueso– que han obligado a los médicos a cortarle parte de una pierna. ¿Cómo explicar tal nivel de crueldad, salvajismo y ensañamiento? ¿Qué tiene que pasar por la cabeza de una persona para actuar de esta manera?

SALUD MENTAL

“Para que un sujeto o más de uno caiga en una violación y en un nivel de sadismo y de violencia de este tipo, no solamente hay una conducta delictiva sino que hay un problema de enfermedad mental”, aseguró a Perú21 el psicólogo Gonzalo Elías.

Afirmó, hablando a nivel general, que los hombres que suelen incurrir en violencia contra la mujer, en el fondo, suelen sentirse muy castrados y frustrados. “Se sienten inferiores. Paradójicamente, suelen ser hombres que tienen mucha dificultad de separación frente a la mujer, suelen tener mucha angustia de separación, no toleran que las mujeres los abandonen”, expresó.

En este punto, aseguró, se conjugan diversos factores, como la inseguridad y un complejo de inferioridad muy grande con la violencia y la cobardía. “Al final, son mucho más débiles que las mujeres a nivel emocional, a nivel mental, a nivel moral. Pero, como tienen más fuerza física, terminan incurriendo en estos actos cobardes, violentos, enfermos”, aseveró.

En ese contexto, consideró que los sujetos que incurren en este tipo de acciones son difíciles de rehabilitar. “Creo que en el caso específico de este nivel de locura y de violencia de estas personas que han quemado mujeres vivas, o el caso de estos sujetos que han violado a esta enfermera y además le han clavado vidrios en los partes íntimas, yo personalmente creo que son casos muy difíciles de rehabilitar”, señaló.

MIRA: Perú: más de seis millones de niños y niñas conmemoran su día

Elías no dejó de lado un elemento poderosísimo –entre muchos otros–, que es el machismo.

“Lo que he investigado es que en países donde hay niveles mayores, más altos de machismo, sí hay una incidencia más alta de violencia hacia la mujer”, recalcó.

El psicólogo recomendó trabajar en la prevención para evitar este tipo de situaciones. “No porque haya pena de muerte, de cadena perpetua, estos casos dejan de ocurrir. Para mí, la clave está en la prevención. Entender que el tema de violencia contra la mujer es una más de las formas de la enfermedad mental”, indicó.

Sostuvo que otro factor preventivo es seguir con estas campañas de denunciar el silencio que han funcionado muy bien en otros países, seguir empoderando a las mujeres para que alcen la voz, “porque cuando lo hacen no solamente están iniciando el camino de su propia sanación, sino también están empoderando a muchas otras a hacerlo”.

ACTO DE PODER

Sobre el mismo tema, el médico psiquiatra Carlos Bromley manifestó a Perú21: “La violación sexual de uno o varios hombres contra una mujer, por más que comprometa las partes sexuales tanto del hombre o de la mujer, no tiene un trasfondo sexual. Lo que está detrás de todo esto es el ejercicio del poder machista, psicopático del hombre contra la mujer, en donde el hombre, lo que quiere perpetrando este acto, es sentirse poderoso”.

¿Y por qué estos actos son cada vez más crueles? “Porque la mujer se está empoderando cada vez más; gana espacio en todo terreno: en el ambiente familiar, en el ambiente laboral, en el ambiente social. Y esto hace como que los hombres se sientan asustados, se sientan perturbados, por estar perdiendo el poder”, destacó.

Sobre los elementos que emplean los agresores para atacar a sus víctimas, enfatizó que estos dejan mensajes muy poderosos. “Quemamos lo que queremos destruir al 100%, lo que queremos eliminar de la faz de la tierra. Entonces, quemar a una mujer tiene ese significado: desaparecerla. Igual pasa cuando se le desfigura el rostro, cuando se le introducen objetos punzocortantes, como vidrios con el objeto de causarle el peor daño. Cuando uno quiere causar el peor daño es cuando está muy resentido, muy lleno de odio contra las mujeres”, indicó.

Acotó que generalmente los que actúan de esta forma, tienen una personalidad psicopática. “El psicópata es el que hace daño, el que solamente piensa en su bienestar personal y no tiene respeto ni consideración por nadie, por la vida de nadie, y actúa sin culpas, sin remordimientos, sin sentirse mal por los actos negativos cometidos. Y la psicopatía no se cura”, puntualizó.

Sostuvo que es necesario introducir cursos de salud mental en los colegios, que enseñe que hombres y mujeres merecemos el mismo respeto.

DATOS

Dino Álvarez Limahuay y Renato Quispe Ramos vienen siendo investigados por la Fiscalía por el delito de violación sexual.

El primero laboraba en el área de Admisión del Centro de Salud de Ayaviri; el segundo, trabajaba como seguridad en el mismo local.

VIDEO RECOMENDADO:

Informe sobre familias damnificadas en Piura