Redacción PERÚ21

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En la bahía de Sechura, en , solo hay que sumergirse tres metros en el agua para extraer o vieiras, consideradas como las pepitas de oro del mar y que por miles de toneladas inundan el mercado europeo y norteamericano para enriquecer su gastronomía.

En este esplendoroso hábitat natural que ofrece el océano Pacífico cercano a Ecuador y ubicado a 1.100 kilómetros al norte de Lima, crecen y se reproducen el 80% de los moluscos que Perú exporta a Francia, España, Estados Unidos y Canadá, entre otros países.

"Dios nos ha bendecido con esta bahía, es muy buena para la producción de conchas", asegura Segundo Tezen, pescador de la asociación 'Los Tecosa', a bordo de una pequeña embarcación que navega en altamar frente a las costas de Sechura, informa AFP.

Para cosechar este molusco hermafrodita, buzos se sumergen entre tres y cinco metros para recolectar en enormes mallas su valioso tesoro. Una vez llenas, son jaladas hacia la superficie por dos pescadores.

Estos mariscos han convertido a Perú en potencia mundial y reciben también el nombre de ostiones, que la petrolera angloholandesa Shell usa como símbolo en varios países de América y Europa.

PEPITAS DE ORO DEL OCÉANO

"Son las pepitas de oro del mar peruano", aseguró Wilmer Agüero, gerente de operaciones de la empresa exportadora Cultimarine. La bahía de Sechura está llamada a ser "uno de los primeros productores de conchas de abanico en el mundo, por mucho tiempo", agregó.

Las 16.000 hectáreas de la bahía se dividen en ocho zonas de producción, donde trabajan 200 asociaciones de pescadores dedicadas a la crianza y producción del molusco Argopecten Purpuratus, su nombre científico.

La caleta de pescadores Parachique, en la provincia de Sechura, es una de la zonas de producción y acopio de conchas antes de que se exporten al mercado europeo y norteamericano. A este puerto llegan a diario 200 botes pesqueros artesanales, que descargan unas 25 toneladas de conchas.

Tras el cosechado, el producto es cargado a camiones frigoríficos que las trasladan a plantas procesadoras en Sechura, donde se realiza el desvalve, lavado, pesado y embolsado de las conchas. Luego serán entregadas a empresas, que lo exportarán desde el vecino puerto de Paita.

"Los países que más demandan son Francia, que consume mucho tallo con coral, y Estados Unidos que nos compra el tallo", revela Isabel Viza, propietaria de un Centro de procesamiento primario en Sechura, donde laboran más de cien personas.

DATOS

- Perú cuenta con un total de 20 áreas de producción de conchas.

- Los maricultores siembran la semilla de la concha de abanico en el fondo del mar. El tamaño de las conchas que se exportan es de siete centímetros.

- Al cabo de nueve meses, el molusco está listo para ser comercializado. Su precio fluctúa entre 20 y 38 soles el kilo (entre seis y once dólares).

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