Redacción PERÚ21

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, 'El monstruo de la bicicleta' y asesino confeso de Jimenita, fue condenado por la Corte Superior de Justicia de Lima Este a cadena perpetua por el crimen de la menor de 11 años. 

La condena llega 10 meses después del macabro crimen que estremeció al país. Jimenita fue secuestrada, abusada, asesinada y quemada por Alva Mendoza. 

El pasado 1 de febrero, Jorge Vellaneda Ambrosio (49), padre de Jimenita. la dejó en el frontis de la citada dependencia policial, donde llevaba cursos de verano. Esta fue la última vez que la vieron con vida.

"Yo la dejé frente a la comisaría a las 8:18 a.m. Le di un beso, mi niña se bajó de mi auto. Luego me fui... nunca pensé que algo malo le podría pasar frente a la comisaría", manifestó.

Cuatro horas después, la madre de la menor acudió a esa sede policial a recoger a su niña y grande fue su sorpresa cuando le dijeron que ella no había asistido a sus clases.

Agentes de Canto Rey le dijeron que la niña no asistió al taller de pedrería, pues su nombre no figuraba en la lista de asistencia.

El cuerpo de la menor fue hallado un día después en plena vía pública junto a un poste. Agentes de la Policía Nacional del Perú encontraron el cuerpo calcinado. 

Dos días después, el 4 de febrero, tras una intensa investigación, capturan en Ica a César Alva Mendoza, quien en ese momento era el principal sospechoso del crimen porque una cámara de seguridad lo captó a él junto a la menor montando una bicicleta. 

MACABRA CONFESIÓN

Ante los agentes de la División de Investigación de Homicidios y ante la representante de la Fiscalía, César Augusto Alva Mendoza (37) se declaró culpable de asesinar y carbonizar a la menor de 11 años. 

César Alva la vio sola y frágil, así que la impactó contra su bicicleta adrede. Unos metros después, fingiendo arrepentimiento por lo sucedido, él la ofreció llevarla a su casa y 'ayudarla' porque la había lastimado. 

El homicida narró que la llevó a un descampado que otros usaban como fumadero en la zona de La Huayrona, en San Juan de Lurigancho. En ese lugar la violó y estranguló.

Luego, al caer la noche, llevó el cuerpo hacia su casa y metió el cadáver debajo de su cama, donde permaneció hasta el día siguiente. Después abandonó el cadáver y le prendió fuego.