Por Alan Benites y Patricia Montes

Las autoridades de la región siguen siendo víctimas de las bandas de extorsionadores. Delincuentes hicieron detonar esta madrugada un cartucho de dinamita en la puerta del edificio multifamiliar en el que viven los alcaldes de la provincia de , Marco Antonio Rodríguez Espejo (49), y del distrito de Calamarca, Kiko Dany Rodríguez Espejo (51). El predio en el que habitan los burgomaestres, quienes son hermanos, está en la urbanización El Bosque, en la provincia de Trujillo.

Los maleantes también dejaron un sobre manila, el cual contenía un manuscrito con amenazas en el que le exigen US$100 mil para no atentar contra sus vidas y la de sus parientes, además de una granada para amedrentarlos.

En la carta, los extorsionadores indican que conocen que los hermanos con presuntamente propietarios de una empresa constructora y una línea de buses, y que por eso pueden pagar el millonario cupo que les exigen. Asimismo, les advierten que no denuncien el hecho en la Policía porque en el próximo atentado detonarán cinco granadas en la vivienda.

Los extorsionadores también le dejaron un escrito con amenazas en el que les exigen US$100 mil para no matarlos. (Foto: Alan Benites)
Los extorsionadores también le dejaron un escrito con amenazas en el que les exigen US$100 mil para no matarlos. (Foto: Alan Benites)

Según el parte policial, las autoridades escucharon disparos a las 12:30 de la madrugada, además de una fuerte detonación en los exteriores de inmueble por lo que salieron de inmediato y hallaron un forado en la pared de su cochera.

Asimismo, hallaron el sobre y la granada, por lo que alertaron del hecho a la Policía, que acordonó la zona y desactivó el explosivo.

Pese a estas intimidaciones, los alcaldes manifestaron que no van a pagar el chantaje. Asimismo, dijeron que la explosión se sintió como un terremoto y que en el predio atacado viven todos sus familiares.

A mediados de febrero pasado, el burgomaestre distrital de Carabamba, en la provincia de Julcán, Jaime Carranza Lucas (42), denunció que recibía mensajes de textos intimidatorios de hampones que les exigían un cupo de S/15 mil para no matarlo.

En estos últimos años, varías autoridades han sido blanco del hampa. La mayoría eran procedentes de las provincias de Trujillo, Ascope y Julcán. A ellos les balearon sus predios y también les detonaron explosivos en sus casas. Asimismo, recibieron cartas con amenazas, sobres con balas y dinamitas, y coronas fúnebre.

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