Los cuerpos de doña Ricardina López viuda de Figueroa (72) y de su nuera Manuela Varela Rodríguez (48), quienes perdieron la vida en el bus que se incendió en el ex terminal Fiori, ubicado en el distrito de San Martín de Porres, llegaron esta madrugada al caserío de Batangrande del distrito de Pítipo, en la provincia de , en la región .

Ambas víctimas eran familiares de la niña de 5 años que sobrevivió a la tragedia. La pequeña logró salvarse porque Manuela Varela, quien era su tía, la lanzó por la ventana del ómnibus que ardió en llamas la noche del último domingo. Las tres habían viajado a Lima para participar en una reunión familiar.

La menor, que sigue en shock, está con junto a su madre, María del Carmen Figueroa, en el velatorio de sus parientes. La mujer narró que “mi hija me contó que su tía la tiró por la ventana (del vehículo siniestrado). Le agradezco mucho”. Asimismo, dijo que su hermana que vive en Lima le avisó sobre la muerte de sus parientes a las 11:00 de la noche del día de la tragedia, por lo que viajó inmediatamente a la capital para estar con la menor. José Figueroa López, abuelo de la menor e hijo de Ricardina López, por su parte, exige justicia.

En tanto, los cuerpos de los seis miembros de la familia Olivos son velados en su natal Oyotún, en la provincia de . Los de la madre de familia Elizabeth Carrillo Chileno (38) y el de sus hijos de uno y 20 años son velados en la localidad de Pueblo Nuevo, en Ferreñafe. Los féretros de estas víctimas llegaron entre la tarde y la noche de ayer.

La Gerencia Regional de Salud, en tanto, ha dispuesto que especialistas en salud mental atiendan a las familias afectadas.