(Editorial) Bajos fondos

El Ministerio Público incautó las cuentas bancarias, financieras y bursátiles de Vladimir Cerrón Rojas y de su madre, Bertha Rojas López, por un total que hasta hoy supera los 3 millones de soles. Un golpe duro para el líder de ese esperpento en que se ha convertido Perú Libre y un paso adelante en la investigación que sigue el fiscal Richard Rojas Gómez, sobre la presunta organización criminal que el partido de Gobierno habría estructurado en la región huanca.

Toda la evidencia recabada por los agentes del Ministerio Público apunta a que ese dinero sería ilícito, proveniente de coimas y fraudes en el gobierno regional de Junín, que, como se sabe, estuvo en manos de Cerrón y los suyos hasta que fue retirado del cargo, luego de recibir una sentencia penal de tres años de prisión suspendida por negociación incompatible, es decir: corrupción.

Por lo pronto, la indagación sobre los así llamados ‘Dinámicos del Centro’ ha establecido que el tráfico de brevetes fue una fuente importante de financiación de la campaña presidencial de Perú Libre. La gira nacional que realizó Pedro Castillo durante el primer semestre de 2021, por ejemplo, habría sido costeada con los fondos de esos negociados.

La Procuraduría Anticorrupción no pasó por alto–como lo hizo notar Perú21 en su momento– que fue precisamente la madre de Cerrón, Bertha Rojas, quien pagó parte de la reparación civil de éste, cuando fue condenado en agosto del 2021. Nada menos que 284 mil soles, de un total de 850 mil, que debía pagar el hombre de Perú Libre; un dinero cuya procedencia no parece tener una explicación sólida.

Aumentan, entonces, las certezas sobre la red delictiva que, detrás de banderas políticas anquilosadas pero alentadas por la descomposición y la debilidad de la mayoría de los partidos políticas peruanos, solventó la campaña presidencial de Pedro Castillo.

Un personaje que, como los peruanos están comprobando en carne propia, no ha hecho más que arruinar la economía e infestar el Estado y sus instituciones de funcionarios y autoridades de manifiesta incompetencia o tan corruptos como la organización que lo catapultó a Palacio. Todas las piezas comienzan a encajar.