[OPINIÓN] Richard Arce: “La impunidad de los corruptos”
[OPINIÓN] Richard Arce: “La impunidad de los corruptos”

Sada Goray ha entregado las pruebas del pago de coimas a Salatiel Marrufo, operador del exministro y hoy preso Geiner Alvarado. Bajo las órdenes de Pedro Castillo, recibió pagos mensuales de los chanchullos desde el Ministerio de Vivienda. Y seguro que también lo hizo cuando estuvo en el Ministerio de Transportes, para no quedarse atrás del otro delincuente Juan Silva, hoy prófugo de la justicia, con requisitoria y un precio por su cabeza.

Para los que exigían pruebas y gritaban a los cuatro vientos la inocencia del humilde profesor de escuela rural, hoy debe quedarles claro que Pedro Castillo es un corrupto, engañó a la mayoría de los peruanos mostrándose como un supuesto revolucionario rabioso con el cuento de “no más pobres en un país rico” para llegar al poder con el único objetivo de enriquecerse aprovechando su cargo de presidente.

La realidad es que esta empresaria corrupta Sada Goray ha entregado al Ministerio Público los cheques con los que se hacían efectivas las coimas, que ascienden a 9.4 millones de soles, para que tenga en contraprestación el Fondo Mi Vivienda con 6 proyectos que ascendían a 254 millones de soles y, además, se adjudicó una propiedad del Estado que después vendió en 47 millones de dólares.

Para los que siguen defendiendo al supuesto “amauta” y arguyen que no hay pruebas, hay que recordarles que el modus operandi de los presidentes corruptos —también alcaldes, gobernadores y hasta ministros— es utilizar operadores que se encargan del trabajo sucio de recibir las coimas y atender los pedidos ilegales de sus ocasionales cómplices. Es lo que hacía Salatiel Marrufo, tal como está descrito en su confesión ante el Ministerio Público, lo que le ha valido la libertad al acogerse a ser un colaborador eficaz.

La otra noticia es la huida a Tel Aviv de Eliane Karp, aprovechando su nacionalidad israelí, para no correr la misma suerte de Toledo. Esta fuga era cantada porque está embarrada en la corrupción de su marido; además, ha hecho usufructo del dinero mal habido. Huye como lo hizo Fujimori al Japón, pero ya sabemos cómo termina esta historia. Esperemos que un día se pueda hacer justicia.