[Reseña] Pablo Vilcachagua: Navidad en 8-bits

Diciembre es sinónimo también de películas navideñas. Desde Mi pobre Angelito hasta El regalo prometido, son muchas las cintas que se han convertido en clásicos para volver a ver en estas épocas de ajetreo. Nadie se molesta -a pesar de conocer la trama, los personajes y hasta los gags- si por estos días uno prende la TV y se encuentra con un clásico navideño. Los componentes de nostalgia, unión, desesperación por la temporada y la alegría de los niños por sus regalos han logrado que resulten infaltables.

Y la recientemente llegada a Latinoamérica, HBO Max, ha presentado su película navideña. Navidad en 8 Bits (8-Bit Christmas) acaba de ser estrenado y cuenta con elementos para convertirse en una de las preferidas de la temporada.

La cinta dirigida por Michael Dowse nos ofrece nostalgia. El carismático e impecable Neil Patrick Harris (Jake Doyle adulto) es el narrador y voz en off de la cinta al contarle sus recuerdos a su hija, una niña de este tiempo que solo piensa en tener un celular. Ambos viajan a la casa de los abuelos para pasar la Navidad, pero se encontrarán con una gran recuerdo, uno que sacudirá profundos sentimientos en el protagonista.

Es así que Patrick Harris nos traslada a la década de 1980 cuando siendo un niño su vida se regía en torno a obtener una Nintendo, la consola que todo niño ochentero quería tener en su habitación. La película así resulta una película retro, ganándose de inmediato a toda esa generación de treintones y cuarentones (y hasta cincuentones) que verá en pantalla un poco de ese mundo que ya dejó de existir, sin Internet ni redes sociales, donde lo más tecnológico era una aparato de 8 bits con unos cartuchos a los que había que soplar una y otra vez.

Ese es el enganche de Navidad en 8 Bits. No busca revolucionar el cine navideño trayéndonos una cinta ochentera (que ya hay muchas) ni tampoco pretende ser una película de culto para los fanáticos de los videojuegos, ya que trae contadas referencias (aunque precisas) sobre este mundo. Simplemente es una película divertida que explora los deseos infantiles y las competencia existente en ese mundo por ser el más popular. Los actores infantiles cumplen sus roles dentro del grupo, siendo este un gran atractivo. Por ejemplo, uno de ellos es conocido por ser un mentiroso compulsivo, algo que se aprovecha muy bien en la trama. Hay un subtexto también que nos habla sobre las relaciones entre padres e hijos, pero que no llega a cuajar de la mejor forma.

Por todo lo demás, Navidad en 8 bits es una película simple y graciosa, perfecta para verla con algún niño para responderle las preguntas de cómo cada época trae sus propios (y alocados) deseos.

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