Cuatro presidentes y dos Congresos en el último período, nos pone al nivel de un Estado fallido. Tenemos que reestructurar nuestra arquitectura constitucional, por lo que presentamos algunos temas que deben ser vistos con prioridad por las fuerzas políticas que salgan favorecidas en las elecciones.

Eliminar o acotar la “vacancia por incapacidad moral”: somos uno de los pocos países con democracias presidencialistas, donde vacar al presidente es más fácil que vacar a un alcalde. Es verdad que, en las democracias parlamentarias, el jefe de Gobierno puede ser censurado, pero siempre existe una figura de jefe de Estado, que es alguien distinto, que puede ser un rey o un presidente que le da continuidad a la vida institucional del país.

Limitar los temas por los que el Ejecutivo puede hacer “cuestión de confianza”: hemos visto cómo el Ejecutivo ha utilizado esta figura en temas que la Constitución le delega al Congreso en una clara intromisión de un poder sobre el otro. Si esto no se define bien, será fuente de un permanente conflicto.

Reinstaurar la bicameralidad: dos cámaras van a contribuir, sin ninguna duda, a mejorar la calidad de las leyes y hacer más reflexivos y difíciles los procesos de interpelación y censura a ministros o al propio presidente.

Permitir la reelección de los congresistas: el Congreso actual es el primero desde que se eliminó la reelección y vemos cómo es el que más leyes inconstitucionales y populistas ha aprobado. Es el efecto de no tener un futuro político por delante. Además, nos privamos de gente con experiencia.

Son algunos temas sobre los que debemos construir consensos por la salud de nuestra democracia.