(Foto: GEC)
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Nuestro Perú vive muy descontento con el presente y con escasa esperanza sobre el futuro. Quisiéramos tener el poder para movilizar una acción y cambiar radicalmente la situación actual. La verdad es que no existe salida única, ni simple, ni rápida. La crisis amerita una solución que combine el azar inesperado con una estrategia múltiple que ataque las causas y no los síntomas. Existen, al menos, tres causas estructurales que explican el haber llegado a este punto de equilibrio tan bajo y mediocre. Uno, la desidia reformista de la clase política. En las últimas dos décadas, no se llevó a cabo casi ninguna transformación del sistema político, social y electoral para lograr una democracia plena y un Estado funcional. Dos, la apatía participativa de la ciudadanía. Nos obsesionamos por ser solo trabajador/a, empresario/a o emprendedor/a, por pedir y reclamar derechos, pero nos olvidamos de conocer y cumplir nuestros deberes cívicos. Tercero, la inmadurez democrática de las élites liberales y progresistas. Empujadas por extremistas luego de cada elección, no tuvieron la conciencia para saber perder, ni para pedir disculpas cuando se equivocaron ni para propiciar el diálogo con el rival. Más bien, fueron ávidas para gritar fraude sin evidencias, insultar al rival como enemigo y exacerbar la división. El conjunto de acciones necesarias para salir de esta crisis requiere atacar estas causas estructurales. Una apuesta necesaria es formar desde las etapas escolares y juveniles, nuevas generaciones de peruanos que valoren, escuchen y dialoguen con el otro y conecten, construyan y vivan un nosotros. Existen muchas escuelas de negocios, centros de liderazgo, institutos técnicos, pero no academias ciudadanas. PerúTeQuiero, plataforma ciudadana, ha articulado a 17 organizaciones y empresas a nivel nacional para lanzar un primer centro híbrido para formar jóvenes en el ejercicio ciudadano; para que sean capaces de interpretar el sistema democrático, construir una identidad ciudadana y accionar por la democracia. Jóvenes entre 18 y 30 años, que pueden ser promotores de ciudadanía en cada rincón del país, pueden postular a PATRIAC.


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