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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

El desfile de representantes de partidos, movimientos y grupúsculos políticos por la Casa de Pizarro para el "Diálogo por la Gobernabilidad" se reanuda este lunes 2 con los integrantes de Unión Regional, una novel bancada parlamentaria integrada por disidentes de Perú Posible y de Alianza Por el Gran Cambio de conocida afinidad con el régimen.

Al igual que ellos, quienes han pasado hasta la fecha por la recién estrenada salita de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) han sido, valgan verdades, allegados al Gobierno etiquetados como 'oposición constructiva'. Una suerte de 'Club de Toby' en el que –como en la historieta– solo los amigos son bienvenidos.

Quizá sea esa la razón por la que no se animan a expresar públicamente –pero sí en privado– su desconcierto y desazón por la improvisación que ha imperado en esta primera semana del proceso de diálogo.

Para empezar, aseguran, el premier Juan Jiménez se ha limitado a ejercer un papel de 'convidado de piedra' en las reuniones donde, dicen, no va más allá de un: "lo tomaremos en cuenta", "vamos a coordinar" o "preséntemelo en un documento". Ah, también hay un apretón de manos y la sonrisa de rigor para la foto. Pero eso es todo. No toma apuntes y menos expone la política gubernamental sobre los temas de agenda que él mismo fijó. Y si alguien esperaba un pedido de apoyo para tal o cual iniciativa, pues a esperar sentado. En medio de este letargo, el primer ministro se alista para recibir a sus confrontacionales opositores del fujimorismo y del Apra, por lo que en el Ejecutivo estarían evaluando replantear la estrategia de Jiménez, para ofrecerle a sus ocasionales interlocutores algo más que un austero vaso de agua o una tacita de café y evitar así que el jefe del gabinete termine bailando al son de la marsellesa aprista.