(Foto: Getty)
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Nosotras las mujeres hemos conquistado nuestras libertades y derechos a lo largo de siglos y lo hemos hecho con enormes sacrificios, huelgas de hambre, aprendiendo a leer a escondidas, firmando libros extraordinarios con seudónimos masculinos, despreciadas por los académicos solo por ser mujeres.

Actualmente, las cosas han cambiado y las mujeres tenemos premios nobel, y destacamos en todas las actividades humanas.

Pero en el Perú, una nube celeste amenaza con desconocer y retroceder todo. Un candidato le ha faltado el respeto a una mujer periodista diciendo mentiras. La libertad de expresión no avala estos dichos, ya que no se trata de exposición de ideas sino de descalificaciones por género.

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La nube celeste que odia a las mujeres nos pone en alerta máxima. Las expresiones del candidato que tiene que leer en los debates porque no tiene las ideas claras en la cabeza, representa el autoritarismo, la violencia viva y el machismo en su más pura esencia.

Mi abuelita, mi mamá y yo somos sanmarquinas, y cada una de nosotras tuvo que esforzarse mucho para demostrar que siendo mujeres somos buenas en nuestros trabajos. Por eso, desde esta humilde columna, me declaro en guerra contra los autoritarismos. Defenderemos el derecho de las niñas para cumplir sus sueños, y alentaremos que esos sueños sean los más grandes posibles.

Desde aquí me comprometo a trabajar para que nuestras niñas sean rebeldes y caminen en libertad hacia la conquista de sus aspiraciones.

Disclaimer: Quien escribe esta columna es candidata al Congreso de la República por el Partido Morado.

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