Esta fotografía tomada y publicada por el Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania el 30 de noviembre de 2023 muestra al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y al coronel general Oleksandr Syrskyi (der) visitando un puesto de mando. (AFP).
Esta fotografía tomada y publicada por el Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania el 30 de noviembre de 2023 muestra al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y al coronel general Oleksandr Syrskyi (der) visitando un puesto de mando. (AFP).

Más que hablar del tercer año que acaba de arrancar, habría que señalar las tres fases por las que atraviesa el conflicto iniciado por contra .

La primera fase se movió entre el desconcierto y la incredulidad. El mundo entero y los propios ucranianos, no creían a Putin capaz de lo que hizo.

Zelenski, de cómico de medio pelo, se convirtió, por causa de la guerra, en estadista de talla mundial.

La segunda fase, cuando la guerra se hizo un hecho cruel, presentó una doble cara: por un lado, la solidaridad mundial, especialmente europea y norteamericana traducida en apoyo financiero. Los ucranianos con su presidente al frente, se veían capaces de derrotar al gigante. Fue la fase de la contraofensiva, dicho en términos bélicos.

Pero Rusia, que sabe de batallas imposibles, ganadas contra todo pronóstico, no fue vencida.

Entramos en la tercera fase. Ya no hay ilusión. El ejército ucraniano carece de lo más esencial. De espíritu de victoria. Las ayudas financieras empiezan a flaquear. Incluso las prometidas por Biden, quedaron en eso. En promesas.

Putin, que no conoce de frenos, está hablando de la batalla final. Ucrania está agotada, que no vencida, pero muy debilitada. ¿Está Europa lista para ver como Ucrania es invadida por Rusia?

Macron habla de enviar tropas a Ucrania. Rápidamente, sus asesores han mitigado sus palabras.

La presidenta de la Unión Europea, pragmática ella, ha dicho lo contrario: Hay que fortalecer a los ejércitos europeos. ¿Acaso Europa se prepara para la batalla?

De momento, a las preocupaciones europeas Putin responde amenazando con su arma nuclear. Sería peligroso pensar, como pensábamos tres años atrás, que “no será capaz”. Que se lo pregunten a sus opositores (muertos).


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