[OPINIÓN] Richard Arce: “Una organización criminal en el Ministerio Público”

Hoy podemos entender muchos de los juegos de poder que se daban a nivel del Congreso, en el sistema de justicia y en otros espacios de gobierno; pero también cómo entraban a la danza otros actores involucrados, pero que evidenciaban otros tipos de intereses subrepticios, desde conspicuos dirigentes de los partidos políticos, una organización católica cuestionada por denuncias de pedofilia, canales de televisión y hasta periodistas que se despachaban con todo defendiendo intereses nada santos.

Las develaciones que se dan con la colaboración eficaz de Jaime Villanueva empiezan a atar cabos sueltos en diferentes casos muy sonados que estaban con procesos judiciales abiertos y también en fase de investigación fiscal, pero que sorprendentemente terminaban en archivo o una dilación del proceso fuera de lo normal.

Lo concreto es que las declaraciones de Villanueva coinciden con los hechos relatados por otras versiones, como el caso del fiscal Rafael Vela, quien ha narrado una intromisión grosera de la propia Benavides para que se retire de las investigaciones a varios dirigentes apristas que estaban comprendidos en el escándalo de corrupción de Lava Jato.

Pero ahí no quedaba la infamia. Villanueva también ha delatado que a través del abogado Hauyón se estuvo favoreciendo los juicios que impulsaba el Sodalicio en contra de periodistas que denunciaron el escándalo de abusos sexuales a menores; con razón se vio un ruleteo interminable de procesos judiciales que buscaban venganza contra los periodistas.

La historia es mucho más compleja, porque evidentemente esta situación llevó a que se direccione la sanción del fiscal Vela, la que finalmente se dio y con argumentos absurdos, por una entrevista televisiva de 2019.

Retiraron a los fiscales que investigaban a los Cuellos Blancos, infiltraron a la fiscal Marita Barreto que investigaba la corrupción de altos funcionarios del Estado, retiraron a la fiscal que investigaba a la hermana de Benavides, súmenle el tinglado con los congresistas investigados para que voten todo lo que pedía Patricia Benavides, no importaba el color político, si hasta el prófugo Cerrón tiene sus chats traficando.

Toda una organización criminal, como dice la investigación fiscal, y que hoy nos permite conocer hasta dónde llegaron los tentáculos de la corrupción. Esta historia recién empieza y en los próximos días veremos a más personajes involucrados desfilando por la justicia.

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