Dina Boluarte aseguró que la única salida a la crisis son elecciones en paz. (Foto: Presidencia)
Dina Boluarte aseguró que la única salida a la crisis son elecciones en paz. (Foto: Presidencia)

Con los serios problemas que afronta el país, la votación del último viernes en el Congreso es una vergüenza y una muestra más del desprecio de los congresistas. ¿Cómo puede ser posible que solo haya 45 votos de 130 a favor del adelanto de las elecciones para este 2023?

Escuchar los argumentos inverosímiles de cada uno de los extremos que conforman el Congreso es hasta risible, porque trataban de elucubrar malabares verbales para no decir específicamente que no quieren irse, que se aferran a sus curules y que les importan un bledo los graves problemas que enfrenta el Perú.

Y aquí no se salva nadie del juicio histórico y tendrán que asumirlo con vergüenza y deshonra por haberse burlado del dolor de decenas de familias enlutadas en esta espiral de violencia a la que han sometido al país por sus ambiciones y angurrias personales.

Para que se den cuenta del papelón, algunos de los congresistas que parecían mesurados y sobre todo que se creía que entenderían el sentido común, en la demanda del adelanto de elecciones, votaron junto con lo más rancio del Congreso, al igual que la ‘Tendera’, los ‘Niños’ y ‘Niñas’ y sobre todo los impresentables de la extrema izquierda y derecha.

Si eso no les interpela o cuestiona su voto, no entendieron nada del problema del país y probablemente estén empeñados a sus créditos bancarios, los sueldos que nunca volverán a recibir y sobre todo a las gollerías que disfrutan por ser congresistas. ¡No lo sabré yo, que fui congresista!

Como parche a tremendo despropósito, algún “alma caritativa” del Congreso presentó, en el último minuto, una reconsideración a la votación efectuada. Se requieren 87 votos, votación calificada que no la tienen; por la pretensión de alargar su agonía quieren llegar sí o sí hasta  2026. Por eso es prácticamente imposible que prospere la reconsideración.

En ese escenario de un Congreso irresponsable, solo nos queda la labor que pueda asumir inmediatamente la presidenta Boluarte para emplazar al Congreso y exigir el adelanto de elecciones. No hay otra salida.