[OPINIÓN] Richard Arce: “¿Jueces sin rostro?”
[OPINIÓN] Richard Arce: “¿Jueces sin rostro?”

En el Congreso creen que pueden lavarse la cara promoviendo leyes populistas para afrontar la inseguridad ciudadana. Por eso, de manera irresponsable, pretenden promover una ley que habilite a jueces sin rostros para sentenciar a delincuentes, para que supuestamente el juez tenga toda la libertad de sancionar al criminal con la pena más drástica, según la justificación de los afiebrados congresistas que respaldarían esta medida.

Resultan por demás incoherentes este tipo de medidas, supuestamente efectistas, pero que en realidad no solucionan en nada el problema de fondo, que es el incremento de la criminalidad y la delincuencia en las calles. Deberían primero enmendar su actuar sinuoso fortaleciendo la colaboración eficaz y la extinción de dominio, que ayuda a la Fiscalía a actuar contra los delincuentes.

Por supuesto que se requiere de medidas urgentes que fortalezcan la labor de los operadores de justicia y se tenga una policía efectiva, con todas las herramientas para enfrentar a la delincuencia, dentro de un plan nacional de seguridad ciudadana y lucha frontal contra el hampa, liderada por el Gobierno y con el respaldo del Congreso.

Pero de ahí a que se proponga una medida populista, como esta iniciativa del congresista Juan Burgos —recién me entero de que es congresista—, que no tiene el soporte legal en nuestra legislación y menos el respaldo internacional en la aplicación de la ley para sancionar a los infractores.

Sería una puerta abierta para que se denuncie al Estado por infracción al debido proceso y hasta seriamos pasibles a otras denuncias por violaciones a los derechos humanos, con lo cual los delincuentes tendrían una salida legal a las posibles sentencias que les corresponderían. Finalmente, se caerían los procesos y esto podría terminar hasta en la libertad del delincuente. Ya hay el antecedente en la época del terrorismo, donde nos vimos obligados a realizar nuevos procesos judiciales a los terroristas, esto sin contar los casos de inocentes sentenciados.

La justicia requiere tener un rostro para enfrentar a los delincuentes y enviarles un mensaje contundente de un Estado de derecho que protege a los ciudadanos y sanciona con todo el peso de la ley a los infractores. Además, recuerden bien que el proceso judicial tiene etapas, desde el trabajo de la Policía y la Fiscalía, de ahí recién llega al juez para emitir un fallo; entonces, si se busca jueces sin rostro también se requeriría fiscales y policías sin rostro, un absurdo legal.