[Opinión] Richard Arce: El premio mayor
[Opinión] Richard Arce: El premio mayor

Literalmente la elección de la se ha vuelto una lotería, porque no solo es codiciada, sino que para desgracia de todas y todos los peruanos, sus resultados nos mostrarán a la improvisación como una muestra de las miserias de los políticos, cuando se requiere del concurso de los mejores esfuerzos para salir de esta crisis.

Evidentemente, con un Congreso novato, incompetente y lleno de angurria, es muy poco lo que se puede esperar para que estén a la altura de la historia. Sería la única explicación para que un comodín como Cesar Acuña sea el actor principal en este triste espectáculo de lucha fratricida por el poder.

A los congresistas no les importa que el país esté en riesgo con un Gobierno que se cae a pedazos por las serias denuncias de corrupción. En el Congreso viven abstraídos de la realidad y los problemas. Se notó esta semana, porque en las sesiones de sus comisiones evidenciaban que les malograron sus vacaciones. Deberían estar en sesión permanente para buscar una salida constitucional a esta crisis.

En el colmo de la negligencia, la oposición, que para nuestra desgracia es representada por la extrema derecha, no puede asumir su responsabilidad y no han logrado consensuar para organizar una propuesta concertada que garantice el escenario de transición de poder; al contrario, muestran primero sus ambiciones y su mediocridad, en desmedro del país.

Es esta triste realidad la que justifica la pasividad de la calle, porque después de ver este grotesco espectáculo en el Congreso, muchos se preguntan y ¿para qué vamos a sacar a Castillo del poder? ¿Vamos a regalarles la presidencia a estos mediocres?

En realidad, el Congreso le lanza un nuevo salvavidas al Gobierno, como mencionaba en mi artículo de la semana pasada, que vuelve la legitimar a Castillo en el poder, con lo cual entramos en un círculo vicioso de entrampamiento político, que además genera condescendencia con la corrupción de Palacio y apatía en la población.