[OPINIÓN] Richard Arce: “El cinismo de la fiscal de la Nación”

No sé si es más escandalosa la abundancia de pruebas que incriminan a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, en actos de corrupción execrable, o el cinismo con el que se presentó ayer en la Comisión de Fiscalización del Congreso alegando inocencia a estas alturas y victimizándose. No contenta con ello trató de utilizar argumentos espurios y, además, usó a las víctimas de la conflictividad social como pretexto de su situación comprometida con ilícitos penales; una falta de respeto con los deudos.

Su único argumento jurídico fue la supuesta legalidad de las investigaciones cuando evidentemente a ella todavía no se le ha abierto una investigación fiscal, que ya se dará en su momento cuando otro fiscal supremo tendrá que acusarla por la evidencia de sus delitos. No esclareció los hechos que la incriminan directamente después de la declaración ante los fiscales anticorrupción de su asesor principal Jaime Villanueva, y más bien se dedicó a descalificar a la fiscal Marita Barreto.

Bajo esa misma lógica, Benavides estaría cometiendo una falta grave al haber llevado de abogado a un encausado en una investigación preparatoria, como es el caso del aprista Jorge del Castillo, por el escándalo de corrupción Lava Jato, que tiene incriminados a varios de sus compañeros apristas. Otro argumento más para que la Junta Nacional de Justicia la suspenda, lo que esperemos se dé hoy.

Ayer fuimos testigos de una farsa más con la puesta en escena de Patricia Benavides en el Congreso presentándose ante la Comisión de Fiscalización como una mansa paloma, victimizándose del entuerto en el que se encuentra involucrada al haberse destapado el escándalo de corrupción cuyos tentáculos están más allá del Ministerio Público y reptan en el Congreso y quién sabe si llegan hasta Palacio.

La farsa tuvo un preámbulo con la noticia de la declaración de su asesor Villanueva, que ya ha reconocido ante la Fiscalía la evidencia de los chats del WhatsApp, los audios y, sobre todo, ha manifestado que esto lo hacía por orden expresa de la propia Benavides para comprar votos como una prebenda para que no los investiguen o archiven las carpetas fiscales que tenían los congresistas involucrados y que después oficiosamente votaban en el sentido que le convenía a Benavides; todo un tinglado de corrupción que va a llevar a la cárcel a Benavides y sus cómplices del Congreso.

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