Las fuerzas de seguridad de Ecuador patrullan el área alrededor de la plaza principal y el palacio presidencial después de que el presidente ecuatoriano Daniel Noboa declarara al país en estado de "conflicto armado interno". (Foto de Rodrigo BUENDÍA / AFP).
Las fuerzas de seguridad de Ecuador patrullan el área alrededor de la plaza principal y el palacio presidencial después de que el presidente ecuatoriano Daniel Noboa declarara al país en estado de "conflicto armado interno". (Foto de Rodrigo BUENDÍA / AFP).

En Ecuador han recrudecido los actos delincuenciales que han llegado a segar la vida de policías y civiles inocentes y han puesto al país en ascuas; el presidente ecuatoriano Daniel Noboa firmó el mismo martes un decreto declarando la existencia de un Conflicto Armado Interno.

Todo esto en medio de la crisis carcelaria en Ecuador, luego de la fuga del delincuente más peligroso del país, Adolfo Macías, alias ‘Fito’, de una cárcel de Guayaquil; y después de que se identificara a varios grupos del crimen organizado transnacional como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes, por lo que la decisión gubernamental de Noboa comprende la intervención militar.

Pero el debate en el Perú sorprendentemente está en otra sintonía y es meramente semántico, porque el término de Conflicto Armado Interno provoca urticaria en sectores conservadores y de la ultraderecha conocida como la DBA, al extremo de negar la existencia de un CAI en las décadas que el terrorismo sembró dolor y sangre; y justamente, la discusión es por esta negación y porque además siempre han pretendido descalificar y hasta acusar de proterroristas a quien se atreva a utilizar la terminología del CAI que, por cierto, está establecido como término jurídico del Derecho Internacional.

A ver si nos ayuda la definición de CAI de Elizabeth Salmón en su libro “Introducción al Derecho Internacional Humanitario”, que describe el CAI como la participación de las fuerzas armadas frente a un grupo beligerante adverso con mando, control territorial y operaciones militares, excluyendo civiles. En el Perú, la DBA niega que durante el terrorismo haya habido un CAI porque cree que al reconocer su acepción se está reconociendo implícitamente los DD.HH. de los terroristas y ese es un debate sempiterno.

Después de la declaración de Noboa, la DBA se ha quedado en offside porque se entiende que es un presidente de derecha y habría blasfemado al utilizar un término prohibido. Para que no se sienta mal la DBA, la Constitución ecuatoriana establece la utilización de la terminología de CAI; en consecuencia, Noboa está actuando dentro del marco jurídico.

La realidad es que en el Perú el terruqueo es una estrategia de descalificación política cuando se abordan temas trascendentales como los DD.HH., pero ojo, la extrema izquierda no se queda atrás, hay muchos camaradas que aprovechan el caos para hacer apología al terrorismo a la que todos debemos condenar sin titubeos, que quede claro.

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Francisco Tudela