. (Foto: Congreso)
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El reto más grande para el nuevo presidente de la República es el de dar gobernabilidad democrática, eso atraviesa por políticas públicas pero para ello es necesario tener relación óptima con el Congreso.

Se requieren liderazgos democráticos, dialogantes en un contexto muy polarizado que requiere mecanismos de este tipo.

Solo el 27% de los votos fue emitido en favor de Keiko Fujimori y Pedro Castillo; el que salga elegido presidente debe dar un mensaje para gobernar ampliando el espectro de las opciones que fueron elegidas; tener un diálogo con la oposición es tener lealtad a la democracia.

La agenda que se tiene que fijar en adelante va más en la línea de la necesidad de ponerse de acuerdo en la lucha contra la pandemia y los problemas estructurales que se han visibilizado en ese contexto: salud, educación, conectividad, infraestructura, sin menoscabar el tema de partidos políticos.

La debilidad de los partidos nos hace ver que las bancadas no son estructuradas, sino que tienen individualidades; la bancada de Perú Libre, por ejemplo, está dividida entre el profesorado y otro grupo vinculado a Vladimir Cerrón, y la estructura de Perú Libre está definida por una posición ideológica mucho más extremista. Ahí deberán establecer cuál es la plataforma que usarán y conocerse.