Foto: Congreso de la República
Foto: Congreso de la República

Hace pocos días se publicó el Sexto Informe Mundial sobre el Parlamento Electrónico que da cuenta de los cambios que implementaron los parlamentos para continuar en funciones desde el inicio de la pandemia. El documento también brinda recomendaciones y retos a partir de las buenas prácticas observadas.

A finales de 2020, el 65% de los parlamentos habían celebrado sesiones de comisión y el 33% sesiones plenarias virtual o híbrida. La transformación hacia formas de trabajo remotas y flexibles ha cambiado la cultura parlamentaria así como la planificación y el desarrollo de sus procedimientos. El trabajo a distancia ha obligado a implementar soluciones digitales que han colocado a las TICs en el centro de atención. Hoy son más importantes y más visibles. Se han revalorizado y priorizado los procesos tecnológicos y la comunicación. Las redes sociales son utilizadas por el 76% de los parlamentos y el 56% de sus miembros.

Los parlamentos están explorando formas innovadoras para una participación ciudadana más activa. El 30% tiene aplicaciones para teléfonos móviles para informar sobre sus actividades.

El informe destaca entre otras prácticas las del Congreso peruano que si bien tuvo un temprano proceso de modernización no estaba listo para funcionar de manera remota. Así, a los iniciales problemas tecnológicos, instaló conexiones VPN e implementó soluciones tecnológicas y de seguridad.

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Entre las recomendaciones, se sugiere seguir modernizando las operaciones centrales, incorporarlas en la planificación estratégica y aprovechar las innovaciones realizadas. Abordar las TICs de manera más integral a través de una estrategia digital para toda la institución así como promover la colaboración interparlamentaria.

Al retomar sesiones presenciales –que facilitan la negociación política y la deliberación– sugiere mantener algunos de los cambios administrativos y de procedimiento. Por ejemplo, el acceso a las sesiones a través de los canales alternativos a la televisión contribuye a la transparencia y una mayor comprensión de las funciones parlamentarias, observándose miles de visitas y seguidores; administrativamente, la reducción de papel, las firmas digitales, la mesa de partes virtual han logrado concretar metas de los procesos de modernización iniciados en el pasado. Se espera que se logre uno de los objetivos de la Declaración de Transparencia Parlamentaria: suministrar información parlamentaria en formatos abiertos y estructurados, publicada como XML, de modo que la información parlamentaria pueda ser fácilmente reutilizada y analizada por los ciudadanos.

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