"En el corazón del Urubamba, en medio de la risa de los niños, nace Vidawasi del amor y del compromiso".
"En el corazón del Urubamba, en medio de la risa de los niños, nace Vidawasi del amor y del compromiso".

Vidawasi es un proyecto al servicio de la vida, que inspira y engloba solidaridad, dignidad, esperanza, compromiso, ternura, entrega, sacrificio, trascendencia, fraternidad.

En el corazón del Urubamba, en medio de la risa de los niños, nace Vidawasi del amor y del compromiso.

Jesús Dongo, un abogado y empresario acompañado de su familia, después de una experiencia que lo enfrentó a la muerte, asume un compromiso que cambia su vida y la de todos los que se conmueven y son llamados por la magia de este sueño.

Jesús asume la responsabilidad de salvar vidas y lo entrega todo. Empieza a convocar a hombres y mujeres que ven en este esfuerzo sentido y que saben que por eso vale la pena trabajar, comprometerse y servir; son muchas las personas, empresarios e instituciones que se suman a esta fuerza transformadora.

Al recorrer los pasillos de la clínica en construcción, los jardines y el campo protegido por los cerros, los consultorios donde ya se atiende a niños, las habitaciones para los que requieren cuidados especiales y sus familias, te das cuenta de que siempre se puede hacer más.

Cada espacio está lleno de detalles que nos recuerdan nuestra común humanidad, un lugar lleno de alegría y esperanza.

Inevitablemente evalúas prioridades frente a tantas posibilidades, la vida pierde sentido cuando solo sirve para acumular sin más, cuando olvidamos que, mientras más oportunidades tenemos, mientras más recibimos, más responsabilidades tenemos con los demás; de eso se trata.

El 26 de junio se celebra la fiesta de la Virgen de Vidawasi, a quien se ha ofrecido todo este trabajo. En la imagen la Virgen no carga al niño como estamos acostumbrados a verlo, sino que da la sensación de que entrega el cuerpo de su hijo con confianza.

Desconcertante, sobre todo en momentos en los cuales nadie confía en nadie, en que los discursos se tornan cada vez más violentos y nos enfocamos solo en nuestras diferencias, los falsos liderazgos apelan a sentimientos primarios negativos, fáciles pero destructivos, el odio, el asco, el miedo, la tristeza y, en medio de eso, de la incertidumbre, el caos y la crisis política cuasi permanente de las acciones y del trabajo, surge la esperanza y todo se puede.

No hay discursos, solo hay mucho trabajo y alegría, y esa combinación construye, genera ilusión y encuentro. Entonces sabes que no importa qué novedad nos traiga el día o lo que diga el titular; hay más y mucho más después de nosotros. Este es solo un tiempo que hay que procurar hacer mejor, siendo mejores.