[Opinión] Luis Eduardo Cisneros: El silencio es tiempo perdido

El Ejecutivo que preside el presidente Pedro Castillo ha logrado en poco más de 20 días, acercar más de lo que se piensa a sectores políticos e ideológicos que, hasta hace pocas semanas, libraban sangrientas batallas en redes sociales, clubes y en diferentes espacios públicos. Categorías como “DBA”, “Rojos”, “Caviares”, “Fujitrolls” y otros vienen tomando caminos y narrativas diferentes frente a hechos que son críticos para la continuidad democrática e institucional, algo en lo que coinciden.

El gran problema es que no existe aún un punto donde estos caminos se intersecten y generen una plataforma y posición que deje atrás los odios y clichés, y puedan encontrar elementos en común para consolidar lo que hoy más que nunca es una necesidad: una ciudadanía no solo vigilante, sino activa en diversos frentes, defendiendo la institucionalidad, la memoria y exigiendo esa certidumbre que nos es tan esquiva.

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Grande ha sido mi sorpresa al conversar con diversos políticos, analistas y activistas que apoyaron la candidatura de Castillo (válidamente, en el marco de la democracia) y ver cómo el odio, las ideologías y la incapacidad de luchar contra sus propios egos pueden mermar su capacidad de criticar y reclamar. Tener un premier con procesos por apología al terrorismo, la censura a la prensa para participar de las actividades del Ejecutivo y el copamiento institucional por ciudadanos que no cumplen los perfiles existentes en los ROF, son hechos que merecen levantar la voz, sea el partido, ideología o narrativa que tengas.

Mi desprecio para aquellos que guardan silencio, o que pasan por agua tibia señales que de por sí merecen, por lo menos, respuestas contundentes de parte de un Ejecutivo del que sabemos poco, pero, como todo en política, nos viene brindando señales que son inaceptables y que merecen el mayor de los repudios.

Lea mañana a: Andrés Chaves

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