La presidente Dina Boluarte ha tomado la decisión de nombrar como nuevo mandamás de la cabeza y columna vertebral de la inteligencia en el Perú al general PNP (r) Roger Arista Perea, señala el columnista. En la foto, el local de la DINI.
La presidente Dina Boluarte ha tomado la decisión de nombrar como nuevo mandamás de la cabeza y columna vertebral de la inteligencia en el Perú al general PNP (r) Roger Arista Perea, señala el columnista. En la foto, el local de la DINI.

Ante la renuncia irrevocable de Juan Carlos Liendo como director de la DINI, la presidente Dina Boluarte ha tomado la decisión de nombrar como nuevo mandamás de la cabeza y columna vertebral de la inteligencia en el Perú al general PNP (r) Roger Arista Perea. Arista es un profesional de primer nivel, inteligente, reservado, independiente y altamente productivo. En 2019 fue director general de Inteligencia del Mininter (Digimin). La oportuna decisión presidencial debe dar tranquilidad al pueblo peruano de que, al menos en esta circunstancia, el gobierno está actuando con prontitud y sensatez. Aprobado.

Hay críticas razonables contra la gobernante por la decisión de retirar la confianza al experimentado hombre de Inteligencia Juan Carlos Liendo de la DINI, y de haber argumentado “sesgo” en sus informes en un momento en que los radicales de izquierda amenazan la democracia (y a su propio gobierno) con acciones de violencia en todo el país. Estamos seguros de que la salida de Liendo tiene que ver más con estilos, opiniones, posiciones o discrepancias, y para nosotros la capacidad de Liendo nunca estuvo en discusión. Felizmente, antes del cierre del presente artículo, gracias a la inteligencia, las acciones de violencia perpetradas por los radicales de izquierda son menores, no cuentan con el apoyo popular. El trabajo en este campo debe continuar.

Sobre el general Roger Arista se pretendió tejer de manera irresponsable y malintencionada una leyenda urbana sobre una presunta vinculación con Vladimir Cerrón; los hechos investigados y el tiempo demostraron que solo fue una patraña para desprestigiarlo. Luego, de manera injusta, Arista fue pasado al retiro (por el hoy detenido general Jaime Gallardo), en su segundo año de general siendo el más proyectado en su momento para llegar a comandar la institución policial. Entonces, es válido preguntarse: ¿por qué Cerrón no usó todo su poder para evitar el pase al retiro? ¿Por qué no lo nombró en mayores cargos si podía utilizarlo desde una posición privilegiada? Es claro que no tenía tal vinculación. Las cosas claras.

Posteriormente, Arista fue elegido para ocupar Digimin, que en ese momento atravesaba una de sus peores crisis por el manoseo de parte del gobierno de Pedro Castillo. Luego tuvo que renunciar al no estar dispuesto a aceptar presiones del gobierno para no capturar a los familiares del Castillo. La coherencia y decencia del general fueron puestas a prueba. Esto último también fue informado a la ciudadanía por Perú21.

Lo que queda hoy es confiar totalmente en que la acertada decisión del gobierno pretende continuar apostando por reforzar el sistema de inteligencia para obtener las informaciones y producir inteligencia estratégica oportuna para la toma de decisiones en favor de todos los peruanos. Por eso, hoy la Inteligencia tiene un nuevo jefe, Arista. Éxitos. Sí se puede.