[Opinión] Fernando Cillóniz: ¿Por qué no tenemos agua todo el año?
[Opinión] Fernando Cillóniz: ¿Por qué no tenemos agua todo el año?

El gobernador regional de Ica está ensanchando el río que atraviesa la ciudad. Pregunta: ¿acaso Ica no padece de escasez de agua? ¿Qué sentido tiene ensanchar un río que no tiene agua? Bueno pues. Ica tiene agua… mucha agua.

El problema de escasez de agua –en todo el país– ocurre en los estiajes. O sea, entre los meses de mayo y noviembre. Como ahora, que no llueve en la sierra, y los ríos se secan.

En las temporadas de lluvias –o sea, entre los meses de diciembre y abril de cada año–, Ica tiene mucha agua. Todos los años, el río Ica deja pasar mucha agua al mar, sin ser aprovechada. Lo mismo pasa en los demás ríos del país.

La pregunta entonces es ¿por qué no guardamos parte de las abundantes aguas de lluvias para usarlas luego en los estiajes? La verdad, no se entiende.

Muchas autoridades no saben nada –o no les interesa saber– acerca de la problemática de la escasez de agua en nuestro país. No saben –o se hacen los que no saben– que, para tener agua en el campo, “alguien” tuvo que captar el agua de alguna fuente: río, lago, pozo, reservorio, puquio, etc., y distribuirla a través de una compleja red de tomas, desarenadores, acequias, compuertas, etc. No es nada sencillo tener agua en el campo, así nomás.

Las autoridades indolentes se parecen a las ignorantes en la medida que no les duele que los pequeños agricultores no tengan agua. ¡A ese extremo llega su indolencia!

Por último, están los corruptos. Aquellas autoridades que, por coimear en expedientes técnicos y adjudicaciones de obras públicas, nunca terminan de construir los proyectos de agua para la agricultura.

Peor aún. Las autoridades corruptas van más allá de las puras coimas y sobornos. En el caso del río Ica –aparte de su ensanchamiento–, el gobernador lo está revistiendo con cemento y fierro. O sea, lo está impermeabilizando. ¡Una locura! Está impidiendo que el agua del río se infiltre para rellenar el acuífero del valle. En otras palabras, le está quitando agua a Ica.

¿Por qué –en vez de ensanchar el río– no siguió construyendo reservorios en las partes altas de Ica? Así evitaba las inundaciones de la ciudad y guardaba agua para los estiajes. Pues bien, a esos extremos llega la corrupción en nuestro país. Encementar un río para encarecer una obra… ¡es un crimen por partida doble! Un crimen contra la moral, y otro contra la naturaleza.

La escasez de agua en los estiajes –en Ica y en todo el país– no es por falta de agua… es por ignorancia, indolencia o corrupción. No cabe otra explicación.

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