“Hace unas noches me desperté de madrugada y me puse a pensar en lo que es la vida. Esta tiene abundantes determinantes, muchos de ellos no los controlamos, pero varios sí. Es un azar, es un albur”.  (Facebook)
“Hace unas noches me desperté de madrugada y me puse a pensar en lo que es la vida. Esta tiene abundantes determinantes, muchos de ellos no los controlamos, pero varios sí. Es un azar, es un albur”. (Facebook)

Aprovechando la Semana Santa, decidí tomarme un descanso de los temas de economía o de actualidad política. Hace unas noches me desperté de madrugada y me puse a pensar en lo que es la vida. Esta tiene abundantes determinantes, muchos de ellos no los controlamos, pero varios sí. Es un azar, es un albur. Es el momento, lugar y circunstancias en que naciste, la familia que te tocó y la que luego formaste. Es un cúmulo de errores y aciertos, algunos tuyos, otros de terceros que te terminan afectando. Estos incluyen una amplia lista de vivencias y decisiones. Son los caminos que decidiste tomar en las distintas encrucijadas que se te presentaron. Son las parejas que tuviste y las que te rechazaron. Lo que aprendiste de todas ellas (incluso de las que te dijeron que no). Tus matrimonios, si los tuviste, y las relaciones exitosas o fallidas por las que pasaste. También aquellos amores reales o platónicos que te dejaron huella. Lo que aprendiste de todos ellos. Los amigos que escogiste, los que te escogieron. Lo que aprendiste de todos ellos. Las personas con las que inmediatamente estableciste una comunicación especial, incluyendo aquellas que pudieron ser almas gemelas.

Los profesores que te tocaron y lo que te inculcaron. La carrera que decidiste estudiar o la profesión que escogiste y a lo que te dedicaste finalmente. El mucho esfuerzo o el poco que pusiste en descubrir y aprovechar tus dones y talentos y en lograr tus objetivos y metas. La buena o la mala suerte que tuviste en distintos momentos. En la beca que no te dieron y tu reacción a esa circunstancia; o la que te dieron que te ayudó a abrir muchas puertas. Son los trabajos que tuviste y las personas que conociste en ellos. Las que te apoyaron y las que no. Los que fueron tus mentores y te enseñaron mucho. Los que pasaron sin dejar marca. Los viajes que tuviste la suerte de emprender y lo que aprendiste de ellos. La gente y lugares maravillosos que conociste en estos viajes. Los libros que se te cruzaron en el camino y lo que te enseñaron.

En fin, la vida es muchas cosas: vivencias, gente, experiencias, decisiones, alegrías, tristezas, sinsabores, logros y fracasos. Recapitulando, la vida es una mezcla de azar y suerte, del conjunto de errores y aciertos en nuestras decisiones y del esfuerzo que pusimos en obtener lo que buscábamos y en sacar provecho de las enseñanzas y las oportunidades que encontramos. Llega un momento en que poco podemos hacer para enrumbarla en otra dirección y solo nos queda seguirla viviendo con alegría y esperanza. Leí en algún momento que la vida es como un libro que empezamos a leer, en el que no hay la posibilidad de volver a la página que pasamos y que quedó atrás. ¿Con cuanta atención lo leerías?

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