“El Fondo también recomendó acelerar las reformas estructurales para eliminar los factores que obstaculizan el crecimiento económico del país”.
“El Fondo también recomendó acelerar las reformas estructurales para eliminar los factores que obstaculizan el crecimiento económico del país”.

Hace unos días el FMI publicó su evaluación de la economía peruana luego de una reciente visita. Es bastante positiva a pesar de la coyuntura política y los retos de corto plazo que enfrentamos. El informe empieza resaltando el sólido desempeño de nuestra economía a lo largo del último cuarto de siglo, lo que desmiente la narrativa de la izquierda que insiste en desmerecer los avances del país en materia de crecimiento, aumento de ingresos y reducción de la pobreza; la que utiliza para promover su propuesta de asamblea constituyente. Se enfatiza que los fundamentos macroeconómicos de Perú siguen siendo muy sólidos, teniendo la deuda pública más baja de la región, fuertes reservas internacionales que equivalen al 30% del PBI, un buen acceso a mercados internacionales de capital, aunque en deterioro, y un sector financiero robusto. Por ello concluye que nuestra economía tiene la capacidad para hacer frente a nuevos escenarios adversos.

El informe indica, sin embargo, que nuestra economía ha experimentado una fuerte desaceleración en los últimos años por diversos motivos, incluyendo la inestabilidad política, enfrentando los siguientes desafíos: (i) controlar la inflación (las políticas del BCRP aunque adecuadas todavía no logran hacerlo); (ii) reactivar la actividad económica con un impulso fiscal acotado y temporal de corto plazo; (iii) preparar planes de contingencia para abordar riesgos fiscales emergentes si el Congreso aprueba iniciativas de gasto sin financiamiento, entre otras; (iv) reformar el sistema de pensiones muy afectado por la serie de retiros que han mermado el ahorro previsional privado aunado al creciente desequilibrio financiero de la ONP; y (v) mantener políticas prudenciales en el sistema financiero para retornar el riesgo a niveles prepandemia.

El Fondo también recomendó acelerar las reformas estructurales para eliminar los factores que obstaculizan el crecimiento económico del país, indicando que un plan bien articulado debería incluir medidas para: (i) aumentar la productividad reforzando la educación e infraestructura, reduciendo la incertidumbre regulatoria y eliminando las barreras a la tercerización; (ii) reforzar el capital humano y reducir los factores que incentivan la informalidad; (iii) mejorar la gestión de gobierno; y (iv) reducir los riesgos climáticos.

Si bien el informe no propuso reformas que desconocíamos, nos recuerda el derrotero a seguir y los importantes logros económicos del país desde inicios de los noventa, que los de izquierda intentan soslayar. Difícil implementar reformas en nuestra actual coyuntura política, pero no por ello debemos dejar de intentarlo.


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