“Las reformas tributarias se legitiman cuando son predecibles y los recursos eficientemente gastados. Acá ni lo uno ni uno ni otro”.
“Las reformas tributarias se legitiman cuando son predecibles y los recursos eficientemente gastados. Acá ni lo uno ni uno ni otro”.

Es casi una tradición que al iniciar su periodo los gobiernos pidan al Congreso facultades para realizar ajustes tributarios. Esto bajo ciertos parámetros, sustentos y compromisos. La solicitud de Francke es diferente:

1) Más allá de la confianza política al gabinete, el Gobierno no da confianza empezando por el presidente. Sin confianza no debe haber delegación. Este gobierno ha dado muestras palpables de incapacidad.

2) ¿Cuál es el sustento sobre la necesidad de la reforma? No estamos faltos de recursos, sino de gestión, con corrupción e ineficiencia.

3) Más allá de la desafortunada frase de Francke, a quien los autos costosos “le pican el ojo y le hincan el hígado”, frase que denota “sentimientos personales”; la propuesta no tiene análisis costo/beneficio.

4) Mala coyuntura e inoportuno momento en crisis económica y pandemia. Las propuestas podrían afectar las actividades económicas y el consumo privado. Lejos de recaudar generarían informalidad y retracción en la inversión, efecto contrario en cualquier coyuntura.

5) No hay medidas de reactivación económica, principal prioridad y necesidad (reflejado en encuestas). Los impuestos son un factor de competitividad y productividad para el país, ello podría alejar la inversión que iría en busca de regímenes más estables, predecibles y competitivos (Chile, Australia, Sudáfrica, Canadá), etc. Las inversiones van donde les conviene.

6) El Estado no tiene legitimidad para pedir recursos cuando estos no han sido cuidados eficientemente. Hay casi una veintena de gobiernos regionales acusados por corrupción y solo han gastado entre el 45% y el 68% a dos meses de concluir el año.

Las reformas tributarias se legitiman cuando son predecibles y los recursos eficientemente gastados. Acá ni lo uno ni uno ni otro. No deben ser para gasto corriente y más burocracia. Aun sin delegación es posible presentar proyectos sin la delegación de facultades.