Se dirigió a la nación para anunciar que proseguirán los despidos de cualquier sospechoso de corrupción, señal el columnista. (Foto de EFE/EPA/SARAH MEYSSONNIER)
Se dirigió a la nación para anunciar que proseguirán los despidos de cualquier sospechoso de corrupción, señal el columnista. (Foto de EFE/EPA/SARAH MEYSSONNIER)

Volodymyr Zelensky ha dirigido el frente externo de la invasión rusa con admirable valentía, liderazgo y logros diplomáticos para acorralar al poderoso ejército de Putin en su guerra imperialista y reconquistar regiones de Ucrania logrando respaldo diplomático con sanciones a Rusia y apoyo militar sofisticado de la OTAN, que, manejado por la motivada resistencia ucraniana, mantiene en alta moral a la población de su sufrido país.

En el frente interno, Zelensky heredó el “legado” de uno de los países más corruptos del mundo (según Transparencia Internacional, Ucrania es el número 122 de 180 y el segundo más corrupto después de Rusia). Cuando llegó a la Presidencia en mayo de 2019, su gran promesa fue la lucha contra este flagelo sin lograr grandes objetivos que ahora le explotan en plena guerra. Varios de sus aliados han aprovechado el conflicto para hacer negocios, situación que se vuelve imperdonable cuando se juega con las expectativas de una sociedad que pasa necesidades básicas ante el frío invernal y el desabastecimiento.

Por ejemplo, Vasyl Lozynskyy, quien fuera ministro de Desarrollo Regional, fue acusado y arrestado por la Oficina Nacional Anticorrupción por usar dinero para favorecer contratos de energía en un momento en que hay cortes en ese sector por la destrucción de infraestructura por los bombardeos rusos.

También el subjefe de gabinete de Zelensky renunció a su cargo luego de que medios ucranianos informaran que utilizaba su carro destinado para fines humanitarios para realizar viajes de negocios, y al viceministro de Defensa, al vicefiscal de la Nación y a otros políticos importantes se les ha exigido su renuncia.

Todos dicen ser inocentes, pero Zelensky, en este punto de no retorno, ha dado pasos contundentes y se dirigió a la nación para anunciar que proseguirán los despidos de cualquier sospechoso de corrupción. También prohibió a funcionarios del gobierno viajar al extranjero con excepción de asuntos oficiales.

La corrupción en tiempos de guerra es traición a la patria y un ultraje a la compasión.