Las olas posteriores del tsunami que se estrellaron en costas lejanas también fueron extrañas, señala el columnista.
Las olas posteriores del tsunami que se estrellaron en costas lejanas también fueron extrañas, señala el columnista.

Los tsunamis suelen propagarse a partir de un cambio repentino bajo el agua, como un deslizamiento submarino o un movimiento rápido de la tierra en un terremoto. Sin embargo, después de la erupción de Tonga, aparecieron olas en algunos lugares del Caribe, mucho antes de lo que se esperaría de un tsunami clásico.

El sismo que acompañó a la erupción explosiva del volcán fue de magnitud 1. Eso no produce tsunamis.

Ese fue el origen de la ausencia de alerta inicial en nuestras costas.

Las olas posteriores del tsunami que se estrellaron en costas lejanas también fueron extrañas. Cuanto más se aleje del detonante un tsunami, más deberían disminuir sus olas.

Básicamente se tuvo una disminución muy baja del tamaño del tsunami en todo el Pacífico, lo cual es muy inusual y, por ello, el desorden de alertas acá y en otros países.

La onda de choque que viajó por el aire parece haberse acoplado con la superficie del mar, impulsando los tsunamis expansivos. Tal proceso fue propuesto para la erupción explosiva de Krakatoa en 1883 y servirá para aprender que ondas de choque como la que en este caso dieron por lo menos dos vueltas al mundo; son capaces de generar este muy inusual tsunami casi global.