Nuestra costa tiene un clima gobernado por el llamado Anticiclón del Pacífico Sur, señala el columnista. (Foto: GEC)
Nuestra costa tiene un clima gobernado por el llamado Anticiclón del Pacífico Sur, señala el columnista. (Foto: GEC)

Datos revelados ayer, que ofrecen una evaluación día a día de la magnitud de El Niño Costero, en función de la elevación de la temperatura superficial del mar, muestran un comportamiento ascendente y descendente en los últimos 90 días.

Básicamente, el calentamiento del mar alcanzó su pico al iniciarse la segunda semana de agosto y desde entonces ha venido descendiendo. Este bienvenido debilitamiento ha sido más marcado en los pocos días transcurridos de septiembre.

En la serie diaria de datos de la temperatura del mar que la NOAA denomina OISST.v2.1 el calentamiento del mar está —al cierre de esta columna— en su menor valor del último trimestre.

Esto último se ha notado a lo largo de la costa peruana; donde si bien es cierto las condiciones de temperatura siguen anormalmente cálidas, la sensación de un bajón en el calor, en particular en las noches, se ha hecho evidente en días recientes.

Nuestra costa tiene un clima gobernado por el llamado Anticiclón del Pacífico Sur. El mismo que no es otra cosa que una masa de aire fuertemente apoyada en la superficie del océano y que girando permanentemente en el sentido inverso a las agujas de un reloj, envía aire húmedo y frío hacia nuestra costa en la forma de vientos del sureste. Estos vientos, particularmente en los meses más fríos del año, se intensifican produciendo el afloramiento de aguas frías desde las profundidades. Esta condición es la que materializa el clima árido y templado de la costa, no obstante que nuestra proximidad a la línea ecuatorial debiera generar un clima tropical: cálido y lluvioso. La razón física para que ello no suceda es que la Tierra gira de este a oeste. Ello genera el llamado efecto coriolis que motiva el giro antihorario del Anticiclón del Pacífico Sur y con ello nuestro habitual clima.

Cuando se tiene un evento fuerte de El Niño Costero el anticiclón se debilita y aleja, al extremo de hacer colapsar la estacionalidad y el invierno costero deja de serlo.

Pero, si en medio del calentamiento de un Niño Costero, por las razones que fuera, el anticiclón se fortalece y lo hace de forma constante, el calentamiento del mar empieza a verse gradualmente disminuido.

Los modelos predictivos para los siguientes varios días a partir del lunes exhiben un mayor fortalecimiento del Anticiclón del Pacífico Sur.

El Niño Costero, que se ha venido moviendo en el límite entre un evento fuerte y uno extraordinario en las últimas varias semanas, retrocede finalmente. Los modelos climáticos en su generalidad muestran que se atenuaría aún más durante las próximas varias semanas. Obra y gracia de la inacción y acción del gran señor del Pacífico Sur.