[Opinión] Andrés Balta: Que devuelva la Ropa. (Foto: Presidencia)
[Opinión] Andrés Balta: Que devuelva la Ropa. (Foto: Presidencia)

Cuenta la leyenda que la Verdad confió en la Mentira y ambas se quitaron la ropa y nadaron tranquilas en un lago. Un rato después salió la Mentira, se vistió con las ropas de la Verdad y se fue. La Verdad fue incapaz de vestirse con las ropas de la Mentira y comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla. Es así como aún hoy la gente prefiere aceptar la Mentira disfrazada de Verdad y no la Verdad al desnudo (versión Jean León Geróme - 1900).

Pongamos unos ejemplos de actualidad a los personajes de esta leyenda:

Verdad al desnudo: el Pleno del JNE es de cinco miembros y sin cinco no existe Pleno. Ese es el requisito para su actuación válida. No cabe discusión ni interpretación, los cuatro magistrados no componen ni han compuesto el Pleno del JNE, lo han usurpado. Toda su actuación como Pleno es nula. La proclamación de Castillo impuso un resultado presidencial sin autoridad electoral competente ni proceso con órgano de justicia. Ello no tiene subsanación. El Estado incumplió obligaciones, forzó un JNE apócrifo y se prestó a la farsa de administrar justicia falsa y nula.

Mentira disfrazada de verdad: norma impostora y anticonstitucional que dice que cuatro es igual a cinco y uno de ellos no es uno sino dos.

La Verdad está desnuda pero no está perdida. Un ciudadano impugnó la resolución del JNE que proclamó a Castillo. Esa resolución no quedó consentida. Hoy es objeto de acción de amparo en la Corte Superior de Justicia de Lima.

Para los que no se horrorizan con la Verdad, el JNE no es ajeno al control constitucional: el Tribunal Constitucional ha descartado que exista autoridad que no esté sujeta a dicho control. Que la Mentira devuelva su ropa a la Verdad y sea la Mentira la que horrorice a todos.